La crisis de Podemos no tiene solución e Iglesias se apresta a
liquidar a Errejón quien, por otra parte, no cesa de crecer en las bases
y entre simpatizantes del partido como se vio en la reciente consulta
interna. Tras la cual Iglesias consultó su ‘espejo mágico’ y al saber
que el preferido era Errejón ordenó su caza y captura sin pactos ni
perdón.
En Podemos no hay tregua ni en Nochebuena y se está haciendo realidad
la profecía de Iñigo Errejón de que Vistalegre II puede convertirse en
un ‘OK Corral’ a tiro limpio entre los seguidores de Iglesias y los
suyos. De hecho, la ‘balasera’ ya ha comenzado y las dirigentes de uno y
de otro, Irene Montero y Rita Maestre, han ocupado el centro del
‘Saloon’ mientras el pianista del llamado sector anticapitalista se ha
refugiado detrás del mostrador.
Los llamamientos a la unidad de unos y otros son falsos y está claro
que Iglesias pretende liquidar a Errejón y no dejar piedra sobre piedra
en las trincheras de sus seguidores. Pero esa guerra y esa animadversión
del líder de Podemos contra su número dos viene de muy lejos, de cuando
el tozudo Iñigo se enfrentó a Monedero y lo sacó de la dirección.
Pero sobre todo desde que Iglesias cazó a Errejón hablando en secreto
con Pedro Sánchez con la intención de facilitar el pasado mes de marzo
la investidura del ex secretario general del PSOE sobre cuyo escaño
Iglesias derramó un puñado de cal viva para abortar la operación. Motivo
por el que Iglesias cesó luego a Sergio Pascual de la secretaría de
organización al tiempo que hablaba de ‘deslealtades’ en el partido casi
señalando a Errejón.
Luego vinieron los pactos de Iglesias con IU y la campaña electoral
‘blandita’ de Errejón con los corazones y el catálogo de IKEA de cara a
los comicios del 26-J pero la doble apuesta no les salió. Y ambos dos,
Iglesias y Errejón, se culparon mutuamente de aquel fracaso y desde
entonces el cisma en Podemos no paró de crecer en lo político,
ideológico y estratégico. Y por supuesto en lo relativo al control y
reparto del poder.
De hecho, la última consulta sobre la organización del congreso de
Vistalegre II ha demostrado hasta qué punto está dividido Podemos y cómo
ha subido Errejón en los últimos meses, lo que le sirvió para pedir a
Iglesias un pacto paritario de integración proporcional a lo que el
líder respondió con el cese fulminante del portavoz de Podemos, el
errejonista José Manuel López, en la Asamblea de Madrid ni más ni menos
que a manos de Ramón Espinar, protagonista del reciente escándalo del
piso con subvención oficial.
Y a partir de ahí, fuego cruzado en las redes sociales hasta que los
de Iglesias lanzaron la campaña de ‘IñigoAsino’ y se declaró el
zafarrancho de combate a tan solo un mes y medio del congreso del
partido previsto los días 11 y 12 de febrero de 2017. En los mismos días
del congreso del PP y con la intención de robar protagonismo a los
populares, lo que sin duda ya están consiguiendo pero no como una
izquierda moderna y unida sino vieja y rota. En realidad, casi emulando
los problemas del PSOE.
Partido este último por donde este martes reaparecerá Pedro Sánchez
con algunos de sus seguidores para decidir si planta batalla a Susana
Díaz o si se retira de su lucha particular por el poder del PSOE. En
principio Sánchez está en el PSOE en peor posición que Errejón en
Podemos pero ya veremos cómo les va a los dos en sus respectivas
porfías, no vaya a ser que al final se tengan que encontrar, lo que
tampoco conviene descartar.
(*) Periodista
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