lunes, 19 de diciembre de 2016

Podemos y C’s con viejos modales / Marcello *

El balance político de los dos últimos años de Podemos y Ciudadanos es muy bueno para ambas formaciones políticas que han conseguido romper la férrea barrera del bipartidismo. Y lo han logrado a pesar de las dificultades que plantea la ley electoral, el arrastre la financiación pública del PSOE y del PP y el control mayoritario de los grandes medios de comunicación en favor de los ‘viejos partidos’.

Sin embargo los efectos demoledores de la crisis económica y los casos de corrupción de PP y PSOE han facilitado la ruptura de las compuertas del bipartidismo y las redes sociales ha permitido a Podemos y C’s acceder a los sectores más dinámicos de la sociedad y especialmente a los jóvenes.

Sin embargo tanto Pablo Iglesias como Albert Rivera están reforzando los controles internos de sus respectivos partidos blindando sus posiciones personales y de sus equipos directivos y prohibiendo corrientes políticas y públicas discrepancias, para evitar crisis internas y fracturas como las que hace poco diezmaron a UPyD, CiU y más recientemente al PSOE y al PSC.

Pensarán Iglesias y Rivera que, con estos corsés contra el pluralismo interno y la plena libertad de expresión o las discrepancias internas, se evitan crisis interiores en este tiempo de permanente inestabilidad política. Pero de esta manera uno y otro acabarán cayendo en el ‘centralismo democrático’ de los partidos comunistas en el caso de Podemos, y en ‘centralismo autocrático’ de los partidos conservadores en el caso de C’s.

Lo que al final ahoga los debates y deja votaciones como las ‘primarias’ a merced del núcleo duro directivo que lleva todas las de ganar porque es el que controla el aparato, la organización, la financiación y la propaganda.

O sea que poco queda de aquellos círculos asamblearios de Podemos y de los debates abiertos de C’s, partido que ha abandonado la socialdemocracia para convertirse en ‘liberal progresista’ -ni siquiera en social-liberal- lo que los aleja del centro izquierda y los acerca al bando conservador.

Y no digamos si además se repite en C’s el acoso a periodistas como ocurrió ayer por parte de Juan Carlos Girauta (y no es la primera vez) contra una periodista de La Sexta TV. Un ataque a los periodistas y medios que suele ser una de las constantes de los líderes de Podemos empezando por Pablo Iglesias, quien ya pidió el control de los medios de comunicación.

Es decir, cierre de filas o ‘la piña’ como decía Felipe González en vísperas de los congresos de Podemos y C’s, lo que nos lleva a pensar que la ausencia de democracia interna en el PP no anda muy lejos de todos los demás, y ahí incluido el PSOE visto como actúa la Gestora y como se le prepara a Susana Díaz el congreso del PSOE.

En todo caso los dirigentes políticos que cuentan con el apoyo mayoritario de sus bases son muy libres de organizarse y redactar sus estatutos como ellos quieran. Pero lo que no pueden pretender es silenciar a los medios y poner barreras a la libertad de expresión. Eso sí que no, ni siquiera dentro de sus respectivas organizaciones aunque se castigue a los discrepantes con la expulsión.


(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés


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