sábado, 17 de diciembre de 2016

Mala noticia para Trump: 6 de los 15 apellidos frecuentes en EEUU son españoles / A. R. Mendizabal *

Si el tiempo no lo impide y la autoridad lo permite, como decían los carteles de las corridas de toros, un miura de mucho cuidado va a ser elegido presidente de EEUU este próximo lunes. De los 538 miembros del Colegio Electoral, está previsto que 306 voten por Donald Trump. Sólo le hacen falta 270, así que anda sobrado de defensas, también como en las crónicas taurinas. Hillary Clinton puede quedarse en 232.

Puede, porque a estas horas en toda la prensa nor­te­ame­ri­cana se hacen cá­balas sobre lo que po­dría pasar hi­po­té­ti­ca­mente. Sería algo único en la his­toria del país y no se es­pera que ocurra un vuelco, pero hay va­rios mo­vi­mientos para re­jo­near a Trump.

Uno: un elector re­pu­bli­cano com­pro­mi­sario por Texas, Christopher Suprun, es el único de los 538 que ha de­cla­rado abier­ta­mente que no vo­tará por el pre­si­dente electo porque ‘no está ca­pa­ci­tado para el car­go’. Lo ar­gu­menta con so­lidez en­dia­blada: ‘Hace 15 años juré de­fender mi país y la Constitución de sus enemigos de dentro y de fuera. El 19 de di­ciembre lo haré de nue­vo’.

Otro: los lla­mados ‘electores Hamilton’ se basan en la idea de los Padres Fundadores de que el Colegio Electoral es mero ‘intermediario’ de los vo­tantes y que está obli­gado a no elegir a al­guien que no da la ta­lla. Es un mo­vi­miento teó­ri­ca­mente re­pu­bli­cano pero en realidad los com­pro­mi­sa­rios que han dado el paso son casi todos de­mó­cra­tas. Decididos a que no salga Trump, para ello están dis­puestos a de­sertar de Clinton y votar por otro re­pu­bli­cano.

Así, la buena no­ticia para Trump es que se­gu­ra­mente no habrá 37 com­pro­mi­sa­rios que cam­bien de cha­queta y voten por Hillary en lugar de por él. En teoría po­drían ha­cerlo: sólo 30 de los es­tados han apro­bado normas que obligan a los com­pro­mi­sa­rios a emitir su voto por el can­di­dato que ha ga­nado en ese es­tado. Pero las san­ciones si in­cum­plen son mí­ni­mas, como en el caso de los par­tidos es­pañoles cuando un dipu­tado no sigue la dis­ci­plina de voto. En los otros 20 es­tados el com­pro­miso es mo­ral. Y así ha sido casi siem­pre, ex­cepto en con­ta­dí­simos ca­sos.

Pero siempre que­dará la duda de si es el mejor sis­tema elec­toral el que lleva a la Casa Blanca a un can­di­dato que ha per­dido, según el cómputo ofi­cial este fin de se­mana, por 2,9 mi­llones de votos po­pu­la­res. La asig­na­ción de com­pro­mi­sa­rios es­tado a es­tado y el triunfo de Trump en la ma­yoría de los lla­mados 13 es­tados bi­sa­gra, donde aven­taja a Hillary en 800.000 vo­tos, ha desem­bo­cado en lo que él con­si­dera una ‘victoria aplas­tan­te’.

Pero al mismo tiempo, hay malas no­ti­cias para Trump, aunque en su mente hir­viente puede aga­rrarse a ellas como una coar­tada para sus pro­clamas xe­nó­fo­bas: la Oficina del Censo de EEUU acaba de pu­blicar los úl­timos datos sobre los ape­llidos más fre­cuentes en el país. Se re­fieren a 2010, y por la pro­yec­ción desde 1990 po­dría in­ter­pre­tarse que se quedan in­cluso cortos ahora en 2016.

El ritmo es el si­guiente: en 1990 no había ningún ape­llido es­pañol o his­pano entre los 15 pri­me­ros, en­ca­bezados por los Smith, Johnson, Williams, Jones y Brown, por este or­den. Diez años más tarde ya apa­re­cían cuatro ape­llidos ‘nuevos’: García en el sép­timo puesto, Rodríguez en el oc­tavo, Martínez en el dé­cimo y Hernández en el de­ci­mo­quinto.

Otra dé­cada más, y en 2010 el em­puje his­pano ha aña­dido otros dos ape­lli­dos, además de que García ha es­ca­lado a la sexta plaza. Los otros: Rodríguez (9), Martínez (10), Hernández (11), López (12) y González (13) que re­lega a Wilson y Anderson al 14 y 15. Los ape­llidados con­cuerdan con los más fre­cuentes en España. Según el INE, los diez más re­pe­tidos son: García, González, Rodríguez, Fernández, López, Martínez, Sánchez, Pérez, Gómez y Martín.

Estos datos no­mi­nales van de la mano de los es­ta­dís­ti­cos. En un país de grandes mo­vi­mientos mi­gra­to­rios, más cen­trí­petos que cen­trí­fu­gos, la po­bla­ción el pa­sado Día de la Independencia el 4 de julio tenía 323.913.053 mi­llones de ha­bi­tan­tes. Pues este sá­bado, cinco meses y medio des­pués, ya son 325,1 mi­llo­nes. Más de un mi­llón más, a razón de un au­mento neto de po­bla­ción de una per­sona cada 13 se­gun­dos, de acuerdo con el Reloj de la Población de la misma Oficina del Censo.

¿Cuántos his­panos hay ya y cómo van au­men­tando? El total de la po­bla­ción his­pana en EEUU es de 56,6 mi­llo­nes, el 17,6% de la po­bla­ción, según datos del pa­sado mes de oc­tu­bre, pro­cla­mado Mes de la Herencia Hispana 2016. Se cal­cula que para 2060 ya serán 119 mi­llo­nes, un 28,6% del to­tal.

Aumentan, tanto por na­ci­mientos como por in­mi­gra­ción, a razón de 1,1 mi­llones al año, cifra que re­pre­senta más o menos la mitad del au­mento total de la po­bla­ción del país. Es de­cir, cada medio mi­nuto hay un his­pano más según esa ten­den­cia. Otras es­ti­ma­ciones más con­ser­va­do­ras: cada mi­nuto y cuarto na­cería un his­pano nuevo y cada cinco mi­nutos lle­garía un in­mi­grante nuevo.

Este avance im­pa­rable ha con­se­guido que en las pa­sadas elec­ciones se apro­bara en California la Proposición 58, que res­tauró y am­plió la en­señanza bi­lingüe en las es­cue­las, que había sido de­ro­gada en 1998. Todo ello si Trump no lo im­pide, na­tu­ral­mente. Ya ha dado mues­tras su­fi­cientes de que es capaz de cual­quier cosa.


(*) Periodista


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