El Rey Felipe VI ha enviado a los españoles en su discurso de
Nochebuena un mensaje de optimismo en la recuperación económica y social
así como en la cohesión política y la confianza en el esfuerzo y en la
modernidad para subrayar que España ‘no debe tenerle miedo al futuro’. Y
ha insistido el monarca en la necesidad de la cohesión nacional y la
solidaridad enviando, a quienes en Cataluña apuestan por desafiar la
legalidad vigente, el mensaje claro de que se debe respetar la ley y la
advertencia de que ‘vulnerar las normas que garantizan las libertades y
la democracia lleva a enfrentamientos estériles’.
Ojalá no se equivoque el Rey con su mensaje optimista sobre la
‘serenidad’ en la política y la recuperación económica que, según el
monarca, ya se ha iniciado. Y veremos si en el 2017 en Cataluña se
respeta la ley como lo ha pedido don Felipe VI advirtiendo de
enfrentamientos estériles, porque al día de hoy todo apunta a que esta
crisis avanza hacia el ‘choque de trenes’ en el que sin duda perderán
los independentistas.
Este discurso del monarca ha sido un discurso más social, preciso y
directo que otros anteriores de don Felipe VI y de su padre el Rey don
Juan Carlos I, alejado de frases hechas y tópicos habituales en estas
fiestas.
El discurso ha tenido tres partes. Una primera de alcance social
dirigida a los que aún sufren las consecuencias de la crisis para
subrayar que deben ser ayudados para que se solucionen los problemas y
para reconocer que la institución familiar sirvió y ayudó en los peores
momentos a muchos de los ciudadanos damnificados. Diciendo también don
Felipe VI que ‘la intolerancia y la exclusión no tienen cabida en
España’ y poniendo en valor la audacia y el riesgo de los emprendedores y
de los servidores públicos del Estado y la solidaridad de los
ciudadanos españoles en cualquier parte del mundo.
El monarca habló de esperanza en la recuperación ‘que ya se ha
iniciado’ de la economía y del empleo de ‘calidad’ y se declaró
optimista por la mejora de ‘la compleja situación política’ diciendo que
se ha recuperado la ‘serenidad’ y que son necesarios pactos y consensos
porque la unidad enriquece y la fractura empequeñece, señalando el
obligado respeto a la ley, y advirtiendo al secesionismo catalán – el
que ayer vetaron el discurso del Jefe del Estado en la primera cadena de
TV 3- que ‘vulnerar las normas que garantizan las libertades y la
democracia lleva a enfrentamientos estériles’. ‘no son tiempos para
fracturas ni para abrir viejas heridas’ sentenció el Rey.
La tercera parte de su discurso del Monarca estuvo dedicada a la
revolución tecnológica y a la modernidad, diciendo que España debe
adelantarse a todo ello y que la mejora de la educación es pieza
fundamental para adaptarse al ‘nuevo modelo del mundo’ en el que nos ha
tocado vivir.
Optimismo declarado pues el del Rey frente a los problemas nacionales en
un mundo incierto como él lo reconoció. Y ojalá que acierte el monarca
por más que esa incertidumbre internacional de la que habló no está muy
lejos de la vigente en España que ya veremos si la podemos superar.
(*) Periodista
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