MADRID.- El consejo de
administración de BMN que preside Carlos Egea aprobará a finales de esta
semana las cuentas del tercer trimestre, las últimas que faltan por
conocer de las entidades creadas por la fusión de las antiguas cajas de
ahorros. Justo ahora, se conoce que Analistas Financieros
Internacionales (AFI) será el asesor del Fondo de Reestructuración
Ordenada Bancaria (FROB) para analizar su fusión con Bankia o su
privatización por separado, según publica hoy www.capitalmadrid.com
(En
el mercado ha saltado la alarma sobre la eventual fusión y sus
repercusiones bursátiles. Algunos inversores consideran que el
valor puede irse a 1,35 por título, de los actuales 0,90 euros, por
ser el precio en el que se han realizado todas las operaciones
corporativas importantes, como es la entrada de fondos
supuestamente extranjeros. De hecho, el
valor ha iniciado una subida significativa, aparentemente por
las expectativas de subida de interés en Estados Unidos.)
Mientras, poco queda ya para conocer con datos oficiales cómo casarían Bankia y BMN, que publicará sus cuentas del tercer trimestre en los próximos días tras la celebración del consejo de administración que se celebra el último jueves de cada mes. Así lo confirman fuentes cercanas al grupo presidido por Carlos Egea, el último en publicar sus resultados a cierre de septiembre entre los bancos surgidos de la fusión de las antiguas cajas de ahorros.
Las cuentas de BMN se van a conocer casi en paralelo con la designación del asesor del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) sobre la viabilidad conjunta o por separado de las dos entidades en las que tiene el control accionarial, con un 65% del capital en manos del Estado.
El elegido es al final AFI, presidido por Emilio Ontiveros, ex miembro de la corporación CCM y artífice de la colocación de la cuotas participativas de Caja del Mediterráneo (CAM), con un desastroso resultado para los inversores que acudieron a su colocación los mercados. Fueron las primeras cuotas participativas de una caja de ahorros y las últimas, ante el gran resultado.
Esa posible fusión de Bankia y BMN ya se maneja desde hace tiempo, pero fue el presidente del FROB, Jaime Ponce, el que ya comenzó a poner fechas en su comparecencia parlamentaria de mediados de octubre. Sus pretensiones precedieron a la ronda de resultados trimestrales de los bancos de mayor tamaño y sus responsables se mostraron, en términos generales, muy contrarios a esa salida.
En la mayoría de los casos, el primero el de la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, se argumentó que BMN debería salir al mercado en una subasta abierta en la que todos los competidores pudieran pujar por ella. Eso sí, la ejecutiva descartó la participación de su entidad, centrada desde hace más de un año en Portugal.
Algunos otros consejeros delegados de los principales bancos se mostraron menos beligerantes, aunque siempre con la condición de que el Estado sea capaz de recuperar el máximo de las ayudas a la banca con la viabilidad que considere oportuna para las dos entidades que aún están bajo su control.
Tal vez por esa oposición granítica del sector o a la espera de nuevos acontecimientos, la potencial fusión entre Bankia y BMN ha perdido cierto protagonismo en las últimas semanas, después de haber acaparado toda la atención durante la ronda de presentaciones de resultados trimestrales de la banca española.
BMN, al no ser una entidad cotizada, goza de la posibilidad de ofrecer sus cuentas trimestrales en el plazo que considere más razonable. Desde luego, descartan las fuentes consultadas, la publicación de sus números al cierre de septiembre y la coincidencia con la elección del asesor del FROB es una mera coincidencia, ya que desde BMN tampoco tienen mucho que decir ante las decisiones que el Estado adopte sobre los bancos participados.
Al cierre de junio, el beneficio de BMN sufrió una fuerte contracción del 23,8% en la comparativa interanual, hasta tan sólo 32 millones de euros. La rentabilidad (ROTE) disminuyó del poco más del 4% en junio de 2015 hasta el 3%. Eso sí, su morosidad se redujo del 12,3% hasta el 10,8%. Por su parte, Bankia ha logrado reducir esa ratio hasta el 9,5% hasta septiembre, mientras que su beneficio atribuido descendía un 14,5% hasta los 731 millones de euros en los nueve primeros meses del año.
El asesor elegido por el FROB tendrá muchas cuentas entre manos que, por el bien de los contribuyentes, bueno será que no se conviertan en rosarios. Pese a todo, en BMN están muy orgullosos de la limpieza de activos tóxicos (unos 11.000 millones de euros), del 61% de reestructuración aplicado en sus redes y plantillas, así como el bajo volumen de ayudas recibidas para su reestructuración (1.600 millones).
Su presidente, Carlos Egea, ha barajado en los últimos tiempos varios escenarios para su salida a bolsa, algo obligado antes de finales de 2017 según el rescate recibido de la Unión Europea. Eso sí, el veterano cajero tampoco ve con malos ojos el planteado matrimonio con el grupo gestionado por José Ignacio Goirigolzarri.
Otra cuestión será quién asuma la paternidad de los resultados futuros. Los análisis previos no se conocerán hasta primeros de 2017 y las campanas de boda, en caso de que suenen, no tañerían hasta mediados del año que viene.
Mientras, poco queda ya para conocer con datos oficiales cómo casarían Bankia y BMN, que publicará sus cuentas del tercer trimestre en los próximos días tras la celebración del consejo de administración que se celebra el último jueves de cada mes. Así lo confirman fuentes cercanas al grupo presidido por Carlos Egea, el último en publicar sus resultados a cierre de septiembre entre los bancos surgidos de la fusión de las antiguas cajas de ahorros.
Las cuentas de BMN se van a conocer casi en paralelo con la designación del asesor del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) sobre la viabilidad conjunta o por separado de las dos entidades en las que tiene el control accionarial, con un 65% del capital en manos del Estado.
El elegido es al final AFI, presidido por Emilio Ontiveros, ex miembro de la corporación CCM y artífice de la colocación de la cuotas participativas de Caja del Mediterráneo (CAM), con un desastroso resultado para los inversores que acudieron a su colocación los mercados. Fueron las primeras cuotas participativas de una caja de ahorros y las últimas, ante el gran resultado.
Esa posible fusión de Bankia y BMN ya se maneja desde hace tiempo, pero fue el presidente del FROB, Jaime Ponce, el que ya comenzó a poner fechas en su comparecencia parlamentaria de mediados de octubre. Sus pretensiones precedieron a la ronda de resultados trimestrales de los bancos de mayor tamaño y sus responsables se mostraron, en términos generales, muy contrarios a esa salida.
En la mayoría de los casos, el primero el de la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, se argumentó que BMN debería salir al mercado en una subasta abierta en la que todos los competidores pudieran pujar por ella. Eso sí, la ejecutiva descartó la participación de su entidad, centrada desde hace más de un año en Portugal.
Algunos otros consejeros delegados de los principales bancos se mostraron menos beligerantes, aunque siempre con la condición de que el Estado sea capaz de recuperar el máximo de las ayudas a la banca con la viabilidad que considere oportuna para las dos entidades que aún están bajo su control.
Tal vez por esa oposición granítica del sector o a la espera de nuevos acontecimientos, la potencial fusión entre Bankia y BMN ha perdido cierto protagonismo en las últimas semanas, después de haber acaparado toda la atención durante la ronda de presentaciones de resultados trimestrales de la banca española.
BMN, al no ser una entidad cotizada, goza de la posibilidad de ofrecer sus cuentas trimestrales en el plazo que considere más razonable. Desde luego, descartan las fuentes consultadas, la publicación de sus números al cierre de septiembre y la coincidencia con la elección del asesor del FROB es una mera coincidencia, ya que desde BMN tampoco tienen mucho que decir ante las decisiones que el Estado adopte sobre los bancos participados.
Al cierre de junio, el beneficio de BMN sufrió una fuerte contracción del 23,8% en la comparativa interanual, hasta tan sólo 32 millones de euros. La rentabilidad (ROTE) disminuyó del poco más del 4% en junio de 2015 hasta el 3%. Eso sí, su morosidad se redujo del 12,3% hasta el 10,8%. Por su parte, Bankia ha logrado reducir esa ratio hasta el 9,5% hasta septiembre, mientras que su beneficio atribuido descendía un 14,5% hasta los 731 millones de euros en los nueve primeros meses del año.
El asesor elegido por el FROB tendrá muchas cuentas entre manos que, por el bien de los contribuyentes, bueno será que no se conviertan en rosarios. Pese a todo, en BMN están muy orgullosos de la limpieza de activos tóxicos (unos 11.000 millones de euros), del 61% de reestructuración aplicado en sus redes y plantillas, así como el bajo volumen de ayudas recibidas para su reestructuración (1.600 millones).
Su presidente, Carlos Egea, ha barajado en los últimos tiempos varios escenarios para su salida a bolsa, algo obligado antes de finales de 2017 según el rescate recibido de la Unión Europea. Eso sí, el veterano cajero tampoco ve con malos ojos el planteado matrimonio con el grupo gestionado por José Ignacio Goirigolzarri.
Otra cuestión será quién asuma la paternidad de los resultados futuros. Los análisis previos no se conocerán hasta primeros de 2017 y las campanas de boda, en caso de que suenen, no tañerían hasta mediados del año que viene.
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