domingo, 27 de noviembre de 2016

¿Adónde vas, González Tovar? / Ángel Montiel *

Murcia es parte de lo que queda de España, que no es mucho, una de esas escasas regiones donde las encuestas señalan que el personal se siente español antes que murciano. Esto significa que las fuerzas políticas que tontean con los nacionalismos son percibidas por la mayoría electoral con algo más que prevención y no hay que descartar que, entre otras diversas y poderosas razones, la larga hegemonía del PP entre nosotros se deba también a este factor, pues los populares se han mostrado, hasta ahora, como una roca ante esas demandas.

Sin embargo, el PSOE murciano está en este momento colgado de la brocha en esa cuestión, que es exactamente lo que le faltaba. La adhesión hasta el final de Rafael González Tovar a Pedro Sánchez le ha jugado la mala pasada de que la recomposición estratégica de éste tras su defenestración ha abierto una brecha más visible entre los intereses que convergen en las federaciones que lo han venido apoyando.

Que Murcia se encuentre en el mismo bloque que Cataluña, País Vasco y Baleares, apoyos sustantivos de Sánchez, acaba provocando contradicciones, sobre todo cuando el exlíder socialista, para conservar el apoyo de esos tres importantes enclaves, ha de ´convertirse´ a la doctrina de la ´nación de naciones´, como hizo en el programa de Évole, donde quedó definitivamente enterrado tras cavar con ahínco su propio hoyo.

Es difícil que el PSOE murciano, si pretende espumar, se apunte a esa deriva que supone la asunción del lenguaje nacionalista y, en consecuencia, de sus tesis, más allá de matices irrelevantes en la práctica. Sánchez, para resucitar, se apuntó a las convenciones de Miquel Iceta y de Idoia Mendia, lo que inevitablemente recoloca su perfil para recavar un seguimiento entusiasta en las Comunidades en que se interpreta que las concesiones al nacionalismo se pagan en términos de desigualdad e insolidaridad en los territorios que se mantienen en la estructura estatal.

En buena lógica, a los socialistas murcianos les correspondería alinearse con Andalucía y Extremadura, por ejemplo, el bloque más refractario a las fugas nacionalistas del PSC y del PSE, ahora validadas por Sánchez para intentar mantener los apoyos con que contaba cuando era secretario general y que podrían ayudarle a recuperar la plaza.

Hasta ahí, había un problema para el PSOE de Tovar, pues mucho tendría que afanarse para seguir a Sánchez con esos nuevos mimbres estratégicos, en los que a Murcia no le va absolutamente nada bueno.

Pero a esta situación de perplejidad se le añaden otros elementos, derivados de los últimos movimientos en el interior del PSOE, que todavía relegan más a los socialistas murcianos. Y no será porque no era predecible. Resulta que Iceta y Susana Díaz han empezado a entenderse, pues sería suicida para ambos y para el PSOE en general que no lo hicieran.

Esto significa que el principal aliado de Sánchez, el líder catalán, lo va a dejar en la estacada, y que la andaluza, para lograr el poder en la organización nacional acabará ´comprendiendo´ el papel que en Cataluña debe hacer el PSC de Iceta como mal menor antes de que éste quede desbordado por otros impulsos internos aún más confusos en su relación adhesiva al nacionalismo.

Por tanto, si Díaz e Iceta pactan, adiós definitivamente a Sánchez, y la federación murciana del PSOE tendrá que apuntarse a última hora a esa recomposición, sin recompensa por su nulo protagonismo o, sencillamente, porque, en su momento, no estuvo en el lugar que correspondía a los intereses estratégicos de la Región, aunque sí a los propios inmediatos como dirigente del partido. ¿Qué otra opción de futuro tiene González Tovar que la de acabar entregado a las faldas de Susana Díaz después de seguir a ciegas a Pedro Sánchez por su personalísimo laberinto?

Hasta Podemos, que es el partido más infectado del síndrome nacionalista a través de lo que llaman las ´convergencias´, mantiene en Murcia una posición distante de ese fenómeno y concentrada en lo autóctono, a sabiendas de que esos debates generan cortinas de humo para las actuaciones políticas en el espacio concreto que les corresponde. El PSOE, a consecuencia de las derivas de los intereses de su staff, ha acabado apresado en contradicciones insalvables. Lo curioso es que el abrazo de Tovar a Iceta y a Mendia a través de Sánchez va a acabar por deshacerse porque el catalán y la vasca apoyarán, de un modo u otro, a Susana Díaz, que es quien tiene la sartén por el mango, dejando a Tovar con cara de no haberla visto venir.

El del PSOE murciano es un líder paquidérmico, como muestra cada día en la política regional. Un día consigue que se aprueben en la Asamblea determinadas instancias al Gobierno para que éste las pacte con la oposición, y cuando el Gobierno lo llama para hablar de esos acuerdos, desdeña la convocatoria aduciendo que no está por el postureo, pero al poco, cuando cae en que es él mismo quien no cumple con sus propias iniciativas, se presta a negociarlas siempre que sea el presidente del Gobierno quien lo llame de nuevo.

Tanta concesión al ridículo no es admisible en un partido que está por los suelos y no debiera permitirse esas frivolidades, otro modo de llamar a las torpezas.

Tovar se ha quedado con la brocha en la mano y sin escalera ante los movimientos internos para la recomposición del PSOE, y todo por anteponer sus intereses y los de su hija a la lógica política que correspondería a los socialista murcianos de acuerdo a una sociología electoral que evidentemente le es ajena, algo que trasciende incluso en sus declaraciones públicas, como cuando tras la enésima derrota de su partido, el 29J, proclamó que «seguiremos luchando por la clase obrera», expresión que sólo podía entenderse como un ejercicio cómico inconveniente en aquel contexto.

¿Adónde va González Tovar? Tal vez habría acabado pidiendo un referéndum vinculante para Cataluña si no fuera porque su hasta ahora aliado, Iceta, se lo reprocharía tras pactar con Susana. Estas cosas sólo les pasan a los listos.

Mendoza, el bueno

Para que luego digan que José Luis Mendoza, el factotum de la UCAM, es una personalidad desaforada, demasiado espontánea y poco calculadora en el espacio medio. La inauguración del curso de la Católica puso de manifiesto que, o bien se deja aconsejar por expertos que valdrían su peso en oro o que él mismo ha empezado a aprender los rudimentos de la oportunidad política. En la ceremonia, el presidente de la UCAM intercambió con Josefina García, la rectora de su Universidad, alguien que hasta ahora ni fú ni fá, los papeles del malo y el bueno, adjudicándole a ella el de mala.

Le hizo decir en su discurso (es obvio que estaba escrito por el propio Mendoza o revisado personalmente por él en puntos y comas) que «el rector de la pública tiene una actitud intolerante, antidemocrática, extrema e intransigente», adelantándose así a que otros describan en esos términos su propio perfil. Pero concluida la intervención de la rectora, Mendoza prodigó declaraciones acerca de que «hay que tender puentes». Ya digo: que nadie crea que este hombre no se las sabe todas.

El ´metro´ perdido

elmundotoday, una ingeniosa web que publica noticias falsas que parecen verdaderas, ha emitido un vídeo en el que anuncia el descubrimiento, a consecuencia de unas excavaciones arqueológicas en Murcia, de que la capital dispone de un metro subterráneo, construido en los años 60, pero abandonado en su uso desde entonces.

La investigación del hallazgo ha puesto de manifiesto, según los autores de la ´noticia´, que el metro disponía de una sola parada, de manera de los usuarios lo tomaban para dar una vuelta, distraerse y pasar el rato, no para ir de un sitio a otro.

Pues bien, es posible que este chiste haya abierto sonrisas en otros lugares, pero en Murcia no es posible verlo como una ironía, ya que, en efecto, ese metro existe, y se llama tranvía, un artefacto carísimo para las arcas públicas que da vueltas sobre sí mismo, que fue creado para satisfacer los intereses privados de una urbanización fantasma y que se instaló sin una planificación integral previa, de manera que ahora rueda y rueda sin futuro ni expectativas de ampliación y, menos, de consolidación como infraestructura medianamente rentable. De modo que esta vez los de elmundotoday han ofrecido una noticia verdadera creyendo que la inventaban como falsa.


(*) Columnista


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