domingo, 13 de noviembre de 2016

Nostalgia hippy / Guillermo Herrera *

Cuando veo documentales sobre el movimiento hippy de los años sesenta y setenta no puedo evitar ser invadido por la nostalgia de la libertad que vivió aquella generación, que a mi me pilló de refilón, como hijo del tardofranquismo.
 
La cultura hippy está muy desprestigiada debido a los excesos que se cometieron en la última fase de su desarrollo. Pero los que hemos estudiado el tema de primera mano, sabemos diferenciar perfectamente la pureza original de esta revolución espiritual, de las derivaciones posteriores que llevaron a su decadencia.

Tampoco somos lo suficientemente conscientes de que muchas de las tendencias, movimientos e innovaciones que disfrutamos hoy en día son derivadas de aquella cultura utópica, por lo que todos en el fondo somos un poco hippies.

Frente a la juventud contestataria y revolucionaria que me tocó vivir, veo a la juventud actual demasiado conformista y callada. Por no decir, no dicen ni pío, con la única excepción del movimiento 15-M. En las aulas de institutos y universidades actuales nadie tiene que decir, ni comentar, ni preguntar, ni mucho menos interpelar al profesor. Están callados como zombis.

La juventud actual parece estar cada vez más lobotomizada con sus móviles ‘smartphones, pero lo que pocos saben es que el ordenador personal nació de la cultura tecnológica hippie, con los primeros Macintosh de Apple, en busca de una independencia individual que no ofrecían las grandes corporaciones informáticas como la IBM.

Lo que tampoco tienen muy claro los jóvenes actuales es que la inteligencia artificial libera al ser humano si se utiliza como instrumento para mejorar nuestra vida, pero puede esclavizarnos si la adoramos demasiado, y deja de ser un medio para convertirse en un fin por sí misma.

PREGUNTA SIN RESPUESTA
Por eso me he hecho muchas veces esta pregunta: ¿Volverá a haber una juventud tan transgresora como los hippies del 69? ¿Un movimiento juvenil tan fuerte e influyente, capaz de crear una cultura propia, y dar a luz a algunos de los mejores artistas del siglo pasado?

No tengo una respuesta a pesar de que la he buscado por todas partes. Sé que el movimiento hippy nació de una rara conjunción entre Urano y Plutón, pero no he logrado averiguar cuando se volverá a repetir dicha situación astrológica.

Pero la pureza de este movimiento libertario duró poco, ya que fue manipulado por la CIA a través de drogas que destruyen y desintegran la personalidad, y subvencionados por los Rockefeller para crear movimientos extremistas, desintegradores o violentos. Como siempre, volvieron a arrimar el ascua a su sardina para controlar a los jóvenes.

LO QUE QUEDA
Lo queda en Ibiza (España) o en Goa (India) no es más que una sombra degradada de lo que fue aquella libertad pura e ingenua, que tanto nos cautivó con su música y su arte colorido, y su mística orientalista en busca del Amor Divino puro.

Lo que quedan son cincuentones o sesentones como yo, algunos ‘fantasmones’ que presumen de haber corrido delante de los grises, o de haber estado en mayo del 68 en París, o de haber vivido en una comuna hippie en San Francisco, pero en realidad confunden sus sueños con la realidad. Para que cupieran en París o en San Francisco todos los que dicen haber estado allí en el 68, hubieran hecho falta tres ciudades en cada una de ellas.

Los hippies de hoy en día seguimos llevando medallones esotéricos, pero escondidos debajo de la camisa para no dar el cante; no llevamos melena, sino la cabeza rapada como los monjes budistas a los que admiramos; y escondemos nuestros sentimientos para que no nos tachen de blandengues o ingenuos, pero en el fondo del corazón seguimos siendo los mismos idealistas de antes. Procuramos parecer azulitos de poder pero estamos rosaditos de amor.

HISTORIA
La palabra hippy deriva del inglés hipster que solía usarse para describir a la subcultura previa de los beatniks que tuvo como base importante la ciudad estadounidense de San Francisco (California) y su distrito Haight-Ashbury.

No es casualidad que naciera en California esta revolución, frente al mítico continente de Lemuria de donde se dice procede el origen mítico de esta cultura espiritual de paz y amor.

En general se podría mencionar la tendencia de adoptar un modo de vida comunitario, basado en el amor, la paz. Renegaban de la regulación estatal, de la mercantilización y burocratización de la vida cotidiana, del consumismo y del capitalismo. Esto se lo solía hacer mediante la participación en activismo radical y/o mediante la práctica de la simplicidad voluntaria.

También buscaron formas de experiencia poco habituales en aquellos tiempos, como la meditación, y yo siempre me he inscrito en esta línea más mística, debido a que mi cuerpo no tolera bien cualquier tipo de sustancia intoxicante.

NOMADISMO
Algunos hippies decidieron comenzar a viajar por varias razones. Así es famosa la aparición en los setenta del “hippie trail” o el camino hippy. Usando varias formas de reducción de gastos muchos hippies se decidieron a tomar largos viajes a través de EE. UU. o inclusive el mundo.

Una ruta muy popular fue la que comenzaba en Europa, en ciudades como Londres o Ámsterdam. Después Luxemburgo, y posteriormente Ibiza, Estambul, Teherán, Herat, Peshawar, Lahore y finalmente Katmandú o la isla de Goa en la India.

Katmandú todavía tiene una calle conocida como "Freak Street" en memoria de los miles de hippies que pasaron por allí. Otros continuaban a India, Sri Lanka, y en algunos casos Australia y Nueva Zelanda.

En el caso de lugares como la India lo que se buscaba era algún encuentro espiritual o el conocer más las prácticas religiosas-espirituales orientales.

Otras como Londres, Ámsterdam o Ibiza eran escogidas por su vibrante vida bohemia, artística y underground.

DECADENCIA
El asesinato de Sharon Tate por el psicótico Charles Manson desprestigió mucho a los hippies. Sin embargo, partes de la estética hippie como el pelo largo o los pantalones de campana se convirtieron en simple moda seguida por muchos jóvenes en EE. UU. que podían no compartir los ideales hippies.

Pero filosofía hippie ha tenido un importante impacto en la cultura influenciando la música, el cine, la literatura y el arte. Asimismo algunos valores hippies como la tolerancia y celebración de la diversidad cultural y étnica han logrado amplia aceptación incluso por la sociedad mayoritaria.

Por otro lado los hippies anticiparon el movimiento New Age o Nueva Era así como múltiples movimientos reconstruccionistas y conservacionistas de culturas locales amenazadas por la globalización homogénea de la sociedad occidental, y en alguna forma, también, al movimiento ecologista.


(*) Periodista

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