viernes, 11 de noviembre de 2016

Rajoy sustituye al embajador en Washington para hacer un guiño a Trump / José Hervás *

España aprovechará el relevo en la administración norteamericana para cambiar al actual embajador en Estados Unidos, Ramón Gil-Casares Satrústegui. Nombrado en abril del 2012, ya ha cubierto su mandato de cuatro años. El relevo no supone ninguna desconfianza con la actuación de Gil-Casares, sino todo lo contrario pues es uno de los candidatos mejor situados a ocupar uno de los puestos más relevantes en el Ministerio de Exteriores y Cooperación internacional, ahora en manos de su amigo personal Alfonso Dastis.

Pese a los in­con­ve­nientes men­cio­na­dos, el Gobierno tiene ya di­señando el perfil del nuevo em­ba­jador en Estados Unidos, del que además de las cua­li­dades ha­bi­tuales de com­pe­ten­cia, con­si­dera que debe mos­trar una es­pe­cial de sen­si­bi­lidad so­cial.

Los con­tactos entre los res­pon­sa­bles de po­lí­tica ex­te­rior del Partido Popular y del Partido Republicano, se han es­tre­chado en los úl­timos años, se han man­te­nido en los úl­timos mese y las fuentes es­pañolas los des­criben como cons­tantes e in­ten­sos.

Según de­cla­raba este jue­ves, en el pro­grama La Noche en 24 horas de Televisión Española, el se­cre­tario eje­cu­tivo de Relaciones Internacionales del Partido Popular, José Ramón Gacía-Hernández, el Gobierno es­pañol ya ha hecho llegar los claros men­sajes de su mejor dis­po­si­ción para que la re­la­ción bi­la­teral sea fruc­tí­fera.

Lo ha hecho tanto Mariano Rajoy al pre­si­dente electo, Donald Trump, como desde el resto de res­pon­sa­bles del par­tido a los nu­me­rosos re­pre­sen­tantes y se­na­dores re­pu­bli­canos que son in­ter­lo­cu­tores ha­bi­tuales del Gobierno y del Partido Popular.

Bien es ver­dad, que pese a que pro­claman que las re­la­ciones van a ser fruc­tí­feras como se ha de­mos­trado tras la nor­ma­li­za­ción de las re­la­ciones con la ad­mi­nis­tra­ción Obama una vez se pro­dujo el cambio de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al mismo tiempo ad­miten que las re­la­ciones se van a com­plicar en el ám­bito de lo co­mer­cial.

Según co­mentan a ‘capitalmadrid.com’, los pró­ximos años van a su­poner cam­bios en las re­la­ciones co­mer­cia­les. Recuerdan como los ase­sores de Trump en ma­teria de co­mer­cio, Peter Navarro y Alexander Gray, han con­fir­mado en un ar­tículo de opi­nión de esta misma se­mana, que EEUU no hará nin­guna con­ce­sión fir­mando nuevos tra­tados co­mer­cia­les.

Añaden los ex­pertos ame­ri­canos que Trump no va a sa­cri­ficar cues­tiones co­mer­ciales a cambio de poder con­firmar su he­ge­monía en Política Exterior y de Defensa. Es más, con­si­deran que estos acuerdos han ser­vido justo para lo con­trario de lo que se pre­tendía hasta el punto de de­bi­litar a Estados Unidos tanto eco­nó­mica como mi­li­tar­mente.

En lo que la ad­mi­nis­tra­ción es­pañola dan por hecho que no se va a pro­ducir cambio al­guno es en el es­tatus de los úl­timos acuerdos mi­li­tares fir­mados con EEUU.

Explican que estos úl­timos acuerdos mi­li­tares su­pu­sieron un au­mento del es­tatus po­lí­tico de los mis­mos, por lo que cual­quier cambio re­que­riría de la apro­ba­ción del Senado, al tra­tarse de un acuerdo de ca­rácter mi­li­tar.

Como tam­bién tratan de tran­qui­lizar sobre los fu­turos cam­bios en los acuerdos co­mer­cia­les, dado que las mo­di­fi­ca­ciones de los exis­tentes ten­drán que pasar por la Cámara de Representantes.

Aunque la Administración es­pañola ad­mite que en al­gunos sec­tores eco­nó­micos España va a su­frir por los cam­bios que pro­mete in­tro­ducir el Presidente Donald Trump, el ba­lance para el con­junto de los sec­tores será po­si­tivo.

Los res­pon­sa­bles de po­lí­tica ex­te­rior del PP donde se mues­tran más es­cép­ticos frente a los pro­yectos de la fu­tura ad­mi­nis­tra­ción en Trump es res­pecto a sus de­cla­ra­ciones de que aca­barán con el Estado Islámico en unas horas o que re­sol­verán el con­flicto de Siria en breve tiempo.

Y como ejemplo de que los ase­sores de Trump pecan de ex­ceso de con­fianza en su poder re­cuerdan que la cues­tión Siria está en el ta­blero in­ter­na­cional desde 1916.

Está claro que los pro­blemas de Oriente Próximo no se van a re­solver en quince días, como tam­bién lo está que a partir de la asun­ción de los po­deres por parte de la nueva ad­mi­nis­tra­ción Trump em­pieza un nuevo tiempo en las re­la­ciones con EEUU.


(*) Periodista

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