Fue en 1983,
transcurrido
un año de aquella mayoría absoluta de Felipe González un 28-O,
que los
socialistas granadinos se hicieron con la Diputación Provincial
y se
enfrentaron al aparato andaluz, con el apoyo del recién salido
Diario de
Granada, de Antonio Checa. Le llamaron “la rebelión de los
catetos”, porque
ocho alcaldes no eligieron como presidente de la Diputación al
designado por José
Rodríguez de la Borbolla.
Si, aquel presidente de la Junta cuya
esposa posaba
desnuda en Interviú para envidia de un Alfonso Guerra, que se
comía las portadas
de las revistas mientras tomaba cafelitos con su “hemano” Juan
Guerra en las
instalaciones de la Delegación del Gobierno.
Los ocho alcaldes rebeldes “catetos”
fueron expulsados
del PSOE pero continuaron en sus cargos dando guerra. Aquello
acabó hasta con
el Diario de Granada, que sin el apoyo socialista tuvo que
cerrar sus
instalaciones. No podían consentir que un medio informativo que
nació bajo el
paraguas del socialismo fuera el altavoz de los “catetos”.
Ahora, otro “cateto de Granada”, el
alcalde de Jun, un
pequeño pueblo de la Vega de apenas tres mil habitantes, José
Antonio
Rodríguez, lleva más de sesenta mil firmas pidiendo con urgencia
Primarias para
la celebración de un congreso extraordinario donde restituir a
Pedro “Nono” como
secretario general socialista.
Se trata de un acalde caudillo que siempre
gana las elecciones
con mayoría absoluta porque en ese mini municipio nadie tiene
interés en
presidir la institución y José Antonio, que a los 18 años ya era
concejal, se
ha profesionalizado como político. Y ahora su cruzada es contra
la presidenta
andaluza, Susana Díaz, y los barones que, según el tuitero, han
asaltado Ferraz
para destituir a una comisión ejecutiva que estaba dispuesta a
echar a Rajoy
del Gobierno y que los socialistas, pablistas y separatistas se
hicieran con
Moncloa.
José Antonio es el ejemplo del militante
que come gracias
al pesoe, que se ha significado en diferentes platós televisivos
atacando a
Felipe González y demás viejos socialistas que no estaban por la
cerrazón de
Pedro “Nono”. Un militante extremista y fanático que esperaba,
se lo habían
prometido, que tras la toma de La Moncloa le sacaran de su
pueblo para darle
ese puesto, director general del ciberespacio, donde agrupar a
millones de
tuiteros que votan lo que les manda el “cateto” granadino.
(*) Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario