Lo único en lo que Pedro Sánchez tiene razón cuando dice que los
críticos del PSOE -que le están pidiendo veladamente que se vaya- deben
dar la cara y recoger el guante que él lanzó expresamente a los pies de
Susana Díaz. La presidenta andaluza, a la que ha retado a contar los
apoyos que ella y los dirigentes ‘rebeldes’ del PSOE tienen en: el
Comité Federal del 1 de octubre; en las primarias del 23 de octubre; y
finalmente en el Congreso del partido en diciembre. Las tres citas con
las que Sánchez pretende ocultar el desastre del PSOE en Galicia y el
País Vasco, sus enésimas derrotas desde que llegó a la secretaria
general.
En todo lo demás que ha dicho Sánchez para ocultar sus fracasos y
sobre todo la ausencia de un discurso político nacional -que él reduce
en el ‘no’ al PP- el líder del PSOE no tiene razón ni dice la verdad.
Máxime cuando acusa a sus adversarios de ser potenciales aliados del PP
lo que constituye una infamia y una falsedad. A semejante invectiva los
críticos de Sánchez pueden responder que él está en manos de Podemos y
del secesionismo catalán.
El verdadero problema de Sánchez es que ha hundido al PSOE en casi
todas las elecciones en las que participó como secretario general. Y en
las únicas donde los socialistas lograron una mayoría minoritaria y el
gobierno regional han sido -con la excepción de Valencia que va a su
aire- Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha y Aragón que son los
lugares desde donde Díaz, Vara, Page y Lambam han lanzado los más duros
ataques a Sánchez.
El mismo Sánchez que, cual ‘sastrecillo valiente’ más bien
desesperado, pretende en el Comité Federal del sábado próximo no solo
derrotar a sus críticos para enfrentarlos a las bases del PSOE, ante las
que Sánchez se quiere presentar como el abanderado de la izquierda,
señalando a sus adversarios como los potenciales cómplices del PP.
Estamos ante una burda y puede que última maniobra de Sánchez quien,
de salir airoso en el Comité Federal, no solo habrá hundido
electoralmente al PSOE sino que lo habrá partido por la mitad, de ahí
que en Andalucía ya se escuchen propuestas que proponen un Congreso de
Refundación del PSOE.
Naturalmente en Podemos y en el PP no salen de su asombro y se frotan
las manos ante el proceso de autodestrucción del PSOE que lidera
Sánchez tan campante, despreciando la historia del PSOE y los serios
problemas que hoy tiene España y ahí incluida la cuestión de la unidad
nacional.
Por lo que hora es que los primeros dirigentes regionales del PSOE,
con Susana Díaz a la cabeza si es que se atreve (o con Guillermo
Fernández Vara) tomen cartas en la profunda crisis del Partido
Socialista y recojan el guante que Sánchez les acaba de lanzar.
(*) Periodista
http://www.republica.com/el-manantial/2016/09/26/sanchez-lanza-el-guante-a-susana/
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