(...) Mientras, la política regional avanza en paralelo hacia una zona de
fuertes turbulencias. Por más que el presidente Pedro Antonio Sánchez
transmita tranquilidad, lo cierto es que tarde o temprano se va a
encontrar ante la más que probable tesitura de ser llamado a declarar en
el TSJ en calidad de imputado, o investigado, si se prefiere. Por el
caso ‘Auditorio’ y por el caso ‘Púnica’, a tenor del último auto del
juez Velasco. Sánchez es plenamente consciente de esa posibilidad y ya
ha sopesado su reacción política en ese hipotético escenario. Convencido
de su inocencia, por la mente del presidente no pasa abandonar el
cargo. Su problema es que no va a depender de él, sino de la respuesta
de Ciudadanos, en Madrid, y del momento político nacional en que pudiera
estallar esa bomba política. Lo sabremos antes de Navidad.
(*) Periodista. Director de La Verdad
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