miércoles, 10 de agosto de 2016

Un asesor de empresas implicadas en el fraude del AVE se percató de sus facturas falsas emitidas

MURCIA.- El asesor de varias empresas que habrían emitido, presuntamente, facturas falsas por importe de siete millones de euros por trabajos no realizados en las obras del AVE del Levante reconoció al declarar como detenido ante la Guardia Civil que llegó a "percatarse" de que las mismas no tenían la actividad que sus promotores le habían dicho inicialmente.

Así se recoge en el acta de la declaración prestada por C.F.M., también investigado en esta causa que dirige un Juzgado de Instrucción de Murcia.
Los agentes le preguntaron por qué gestionó estas empresas que facturaron la citada cantidad a la sociedad subcontratada para realizar las obras del tramo del AVE comprendido entre Crevillente y Murcia "cuando ninguna de ellas tenía actividad conocida ni trabajadores suficiente ni facturas de gastos" y se podía sospechar de la emisión de facturas falsas.
El declarante manifestó que "cuando un cliente va a su despacho, puede hacer dos cosas:o seguir trabajando o dejar de hacerlo; si no sigue trabajando, no cobra, y si le sigue trabajando tiene la esperanza de cobrar, por lo que continuó unos meses, hasta que se cansó".
Señaló también en respuesta a la misma pregunta que "que en algunas ocasiones preguntó a J.F.N. -promotor, presuntamente, de la creación de esas empresas- qué pasaba con esos trabajos, y este le aseguraba que los hacía".
Los agentes de la benemérita quisieron saber entonces por qué en los archivos informáticos de su asesoría -ubicada en una pedanía de Murcia- no constaba información de esas empresas, su facturación y los trámites realizados por su oficina, ni tampoco las facturas por los trabajos prestados por la asesoría a las mismas.
El declarante señaló entonces que "cuando las empresas se van, el espacio físico lo ocupa con otras, y que no existían facturas de la asesoría porque no las cobraba y tampoco sabía dónde se encontraba la factura relativa a la provisión de fondos".
Y añadió que "no emitió ninguna factura porque pensaba que no las iba a cobrar y no quería cargar con el IVA de la misma".
A lo largo del interrogatorio se le preguntó también sobre cómo explicaba que hubiera declarado el alta de una de las sociedades sospechosas de la presunta emisión de facturas falsas cuando su propietario y único socio ya había fallecido.
Sobre este extremo, aseguró que no recordaba quién le había dado la orden de que declarara el inicio de actividad de esa empresa, aunque suponía que habría sido la apoderada de la misma, F.N., hija de J.F.N.
En cuanto a la mecánica seguida para la emisión de las facturas presuntamente falsas, reveló que las extendía por indicación de J.F.N., que acudía a la asesoría provisto incluso de los sellos de las empresas y de un tampón, indicándole el número de orden que debía poner en las mismas.
La operación César investiga un presunto fraude al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que podría superar los 17 millones de euros, y que se habría cometido con el sobrecoste en las facturas o con la emisión de otras que no se correspondían con trabajos realmente desarrollados.
La causa judicial se tramita por los delitos de falsedad, malversación de caudales públicos, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

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