martes, 2 de agosto de 2016

¿Está Putin a favor de la independencia de Cataluña? / A.R. Mendizabal *

Estados Unidos. Reino Unido. España. O por decirlo de otra forma: Trump, Escocia, Cataluña. ¿Son los tres objetivos en los que está enfrascado ahora el Kremlin aprovechando citas en las urnas para ganar posiciones estratégicas, doctrinales y/o económicas? Si está armando enorme revuelo la revelación de que la Rusia de Putin ha espiado y filtrado los emails de Hillary Clinton para favorecer a Donald Trump en la carrera hacia la Casa Blanca, las actividades en Reino Unido y España son más silenciosas.

Pero no pasan des­aper­ci­bi­das. Este pa­sado fin de se­mana, El diario bri­tá­nico The Times pu­bli­caba una ex­clu­siva que in­vo­lun­ta­ria­mente hacía evocar la época de la Guerra Fría, cuando los fa­mosos ‘Cinco de Cambridge’. La fa­mosa red de es­pio­naje so­vié­tico operó en el co­razón no ya de los ser­vi­cios se­cretos bri­tá­ni­cos, sino hasta dentro del Palacio de Buckingham. El tí­tulo de la in­for­ma­ción de The Times era: ‘Putin lanza una guerra de pro­pa­ganda contra el Reino Unido’.

Firmada por el pe­rio­dista de in­ves­ti­ga­ción Dominic Kennedy, el re­por­taje daba cuenta de que ‘el Kremlin está di­se­mi­nando des­in­for­ma­ción a través de una ofi­cina de su ser­vicio in­ter­na­cional de no­ti­cias, Sputnik, re­cien­te­mente abierta en Gran Bretaña’. El diario se que­jaba: ‘El pre­si­dente Putin ha des­en­ca­de­nado un asalto pro­pa­gan­dís­tico se­creto sobre Gran Bretaña desde dentro de sus pro­pias fron­te­ras’. ¿Cómo? ‘Infiltrándose en las uni­ver­si­dades eli­tistas por medio de cen­tros cul­tu­rales y de lengua en los cam­pus’.

Entre otras piezas pe­rio­dís­ti­cas, Sputnik di­fundió una es­pecie sobre el ase­si­nato de la par­la­men­taria Jo Cox pocos días antes del re­fe­réndum bri­tá­nico que de­rivó en el triunfo del Brexit. Para el medio ruso, es­taba claro que el aten­tado ‘fue parte de una con­jura para in­fluir en el re­sul­tado’ del re­fe­rén­dum.

La teoría de la cons­pi­ra­ción de nuevo. Pero como apunta Kennedy, los ana­listas creen que la pe­ne­tra­ción del Kremlin forma parte ‘de la doc­trina mi­litar rusa, que es­pe­ci­fica el uso en con­flictos de la in­for­ma­ción y otras me­didas no mi­li­ta­res’. Lo más lla­ma­tivo: la ofi­cina de Sputnik se ha abierto en Edimburgo, ca­pital de Escocia.

Sobre Cataluña, los me­dios in­for­ma­tivos del Kremlin pu­blican abun­dante in­for­ma­ción. Tanto Sputnik como la ca­dena Russia Today, con sus emi­siones en un po­rrón de idio­mas, in­cluido el es­pañol, y con su portal en in­ternet que no des­me­rece de cual­quier agencia in­ter­na­cional de prensa. Lejos están los tiempos de Tass y Pravda, con una pro­pa­ganda es­pesa, doc­trinal y gro­tesca. Ahora se uti­lizan en­fo­ques oc­ci­den­tales para apa­rentar im­par­cia­li­dad.

Por ejem­plo, Russia Today en­caró bas­tante asea­da­mente la de­ci­sión ayer del Tribunal Constitucional de sus­pender ‘la hoja de ruta a la in­de­pen­dencia de Cataluña’. En el texto cita tanto a Reuters como a AFP con los datos más re­le­van­tes, aunque en todo mo­mento habla de que el Gobierno ‘alega que Cataluña violó la Constitución’, sin leerse la misma Constitución para com­probar si es cierto o no. En ese sen­tido, da la im­pre­sión de que es una disputa bi­la­teral entre dos iguales que tienen di­fe­ren­cias de opi­nión.

El úl­timo pá­rrafo, con un mor­ci­llazo in­ten­cio­nado, da una idea de qué pie cojea el medio ruso. Tras re­latar que ya en 2014 el TC prohibió el re­fe­réndum y en 2015 la de­cla­ra­ción del inicio de la ‘desconexión’, Russia Today es­cribe: ‘Sin em­bargo, pa­rece que la de­ci­sión del Parlament ca­talán está en línea con los de­seos de la po­bla­ción. Una en­cuesta de la ins­ti­tu­ción de­mos­có­pica de la re­gión arrojó el 22 de julio el re­sul­tado de que el 47,7% de los ca­ta­lanes quieren la in­de­pen­dencia de Madrid, por el 42,4% que di­jeron que que­rían per­ma­necer parte de España’.

En ningún mo­mento com­paran esos datos con otros. No dicen que es la pri­mera vez que sale una ma­yoría por la in­de­pen­den­cia, aunque siempre in­fe­rior al 50%. Tampoco que según esa misma en­cuesta los par­tidos se­ce­sio­nistas per­de­rían es­caños, y ahora sólo tienen en el Parlament una ma­yoría del 53%. Y mucho menos que en las elec­ciones de sep­tiembre pa­sado, esa ma­yoría par­la­men­taria se apoyó en sólo el 47,8% de los vo­tos. Ni que la CUP re­co­noció en­tonces que se había per­dido lo que con­si­de­raban un ple­bis­cito.

No hay otros puntos de re­fe­ren­cia, como tam­poco los hay en una ex­traña ‘información’ de Sputnik el fin de se­mana que lle­vaba el si­guiente tí­tulo: ‘Podemos ha­cerlo mejor que España’: Barcelona pide la in­de­pen­dencia de Cataluña’. Pues no es nin­guna in­for­ma­ción, y sólo hay una fuente: Jordi Fàbrega, al­calde de Sant Pere de Torelló, en Barcelona.

De nuevo vuelven a usarse los datos más ‘convenientes’ a la causa: que en sep­tiembre los so­be­ra­nistas ‘lograron una ma­yoría ab­so­luta de es­caños’, sin alu­sión a los vo­tos. Al men­cionar el re­fe­réndum ilegal de 2014, des­taca que el 80% vo­taron por la se­ce­sión pero omite que la par­ti­ci­pa­ción fue mi­nús­cula y que las pre­guntas eran tres y todo lo en­re­ve­sadas que pu­dieron ima­ginar sus re­dac­to­res. Justo lo que no se debe hacer en una vo­ta­ción de ese tipo, donde la pre­gunta debe ser clara y di­recta.

Sputnik tam­bién habla de la úl­tima en­cuesta, pero sobre todo deja ha­blar a Fàbrega. Como esto: ‘Los ca­ta­lanes que­daron real­mente de­cep­cio­nados por la vic­toria del Partido Popular’ el 26-J. O como esto. ‘Un gran nú­mero de ca­ta­lanes se pre­gun­taron en re­la­ción con el Brexit por qué unos países de­ciden si­tua­ciones en un re­fe­réndum y en otros no’. O esto otro: ‘La gente quiere la in­de­pen­dencia porque el Gobierno es­pañol no es­cu­cha’.

Cuando Fàbrega em­pieza a que­jarse de que ‘la co­rrup­ción va a peor’, no se sabe si habla de Cataluña o de España en ge­ne­ral. Luego se des­tapa: na­tu­ral­mente, ‘por eso la ma­yoría cree que es mejor cons­truir un nuevo país in­de­pen­diente para em­pezar desde el prin­ci­pio; Cataluña tiene un gran po­ten­cial y puede ser mucho mejor que España’. Y ahí queda la cosa, porque Sputnik no se mo­lesta ni en dar ci­fras de co­rrup­ción, cuánto y dónde, ni en con­trastar otra opi­nión. Aunque sólo sea para in­tentar dar el pego.


(*) Periodista


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