martes, 9 de agosto de 2016

Felipe al timón… / Jaime Peñafiel *

… No de la situación tan dramática que vive el país sino del ‘Aifos’, el velero de la Armada Española que, con 20 años de antigüedad, es el más viejo de todos los que participan de la Copa del Rey de Vela Mapfre.

Aunque en su comparecencia ante la prensa en Marivent declaró “Que un poco de salitre viene muy bien” también dejó entendido que la situación no está para regatas.

Así lo demostró cuando, el pasado viernes, acudió al Náutico de Palma. Cierto que subió al ‘Aifos’ pero, al final, se quedó en tierra. Fue un gesto muy sensato.

Por ello, sorprendió cuando el sábado decidió embarcar en el velero para competir en la última jornada de la regata. Como si no pasara nada estando pasando tanto y, además, desdiciéndose de lo que había dicho. Verle al timón del ‘Aifos’ no resultaba muy estético, dada la compleja situación política de España que ha condicionado este verano la agenda del Jefe del Estado y familia en Mallorca.

Otra sorpresa de este fin de semana la ha proporcionado la tradicional recepción a los representantes políticos, culturales y sociales de Baleares en el Palacio de La Almudaina, donde 450 fueron los invitados. La nota la dio Podemos, boicoteándola sin mucho éxito. Otros políticos acudieron pero no como miembros de sus partidos sino a nivel personal. ¡Valiente ridiculez!

Acompañando a Felipe, la consorte Letizia y la reina Sofía. Todo el mundo preguntaba, ¿por qué no estaba don Juan Carlos?

Nadie supo dar razón. Normal es que, encontrándose en Palma, acudiera a la recepción, como elemento importantísimo del núcleo duro de la Familia Real que, como los lectores saben muy bien, se compone de Felipe VI, Letizia y los eméritos Juan Carlos y Sofía.

Se teme que, después de este acto institucional, que siempre ha sido el broche de las vacaciones familiares, se produzca la diáspora real en cualquier momento. Al menos, por parte del rey y su familia tan dados a desaparecer para disfrutar, lejos de Palma, que Letizia tanto “ama”.

Cierto es que este año lo tienen más difícil. Sería una frivolidad dejar el paraíso de Mallorca “un pedazo de cielo puesto en la tierra”, en definición del propio Felipe (¡valiente cursilada!), para buscar otro lugar que nunca será tan hermoso.

De todas formas, cuesta creer que el país esté en crisis con un Jefe del Estado regateando y millones de españoles bañándose en las playas abarrotadas del litoral español y llenando todos los chiringuitos. Pero, como declaró la nueva suegra del marqués de Griñón, la mamá de Ester Doña, “a vivir que son dos días y el de en medio está lloviendo”.


(*) Periodista


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