lunes, 1 de agosto de 2016

El dogma mata / Guillermo Herrera *

¿Por qué se autodestruyó la Humanidad? le preguntaron a un viajero del tiempo procedente del futuro. “Por el dogma” respondió. Y no se equivocaba, porque actualmente se sigue asesinando a personas en nombre de un dogma político, económico o religioso.

En su origen etimológico, el término se deriva del griego y significa "parecer, opinión o creencia", que a su vez deriva de ‘dokeo’, que significa "pensar, suponer, imaginar", pero el dogma pasó a significar leyes u ordenanzas decretas e impuestas a otros en el siglo primero.

Tanto es así que el término puede referirse a opiniones aceptadas por filósofos o escuelas filosóficas, decretos públicos, religión o decisiones promulgadas por autoridades políticas.

Es decir, que el origen de la palabra no tenía nada de imposición dogmática obligada por la autoridad, sino más bien de pensamiento o imaginación compartido libremente por un conjunto de seres humanos. 

Este origen coincide asombrosamente con el pensamiento moderno que dice que la ‘realidad’ no existe como tal sino que es un postulado resultante de un acuerdo social.

Esto no evita que las barreras o el tiempo sean reales, ni tampoco significa que la materia, la energía, el espacio y el tiempo sean ilusiones. Todo ello es muy real en este universo porque así lo hemos querido desde el principio de los tiempos.

DOGMATISMO
Lamentablemente el dogma se ha convertido ahora en un conjunto de creencias de carácter indiscutible y obligado para los seguidores de cualquier sistema de creencias, o el fundamento o puntos capitales de todo sistema, ciencia, doctrina o religión".

Así define Orpheus la palabra Religión.- “Conciencia de creencias, otros determinismos y abrumamiento severo, agrupando juntos el miedo y el escapismo en el intento final del individuo para mantener la estabilidad después de impactos o pérdidas no duplicables.” (Excalibur-132)

También el dogma se ha convertido en un principio o conjunto de ellos establecidos por una autoridad como una verdad incuestionable que sirve como parte de las bases fundamentales de una ideología o sistema de creencias y que no puede alterarse o descartarse sin afectar a todo el paradigma del sistema o la ideología en sí.

El dogmatismo es un conjunto de creencias y doctrinas que son establecidos como verdades indiscutibles. Se las considera verdades relacionadas fuertemente a la naturaleza de la fe. Por lo tanto el término ‘dogmático’ puede usarse para referirse a cualquier creencia que es mantenida obstinadamente, incluyendo creencias políticas y científicas.

DOGMA ECONÓMICO
Esto es lo que hay, pero ha ido a peor. En la Edad media se mataba a la gente en nombre de la religión pero ahora se asesina además en nombre de dogmas políticos o económicos, y se hace con una crueldad absoluta.

Pero el peor dogma de todos es el económico.- Para autores como Walter Benjamin (en su artículo “Capitalismo como religión”), Max Weber (en su obra “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”), Giorgio Agamben y Vicenç Navarro, entre otros, el capitalismo y su expresión más contemporánea, el neoliberalismo, tienen en su esencia un carácter religioso: necesidad de culto y fe y aparición de una dogmática propia que sostenga el culto.

Cuando una persona considera que su sistema particular de creencias es la única verdad absoluta que existe en el universo y está dispuesto a matar por ello, tenemos al descerebrado perfecto.

Lo que no sabe este necio es que ignoramos muchísimo más de lo que sabemos, y que ningún sistema de creencias es definitivo ya que la verdad está en evolución constante porque continuamente se están haciendo nuevos descubrimientos que cuestionan los viejos paradigmas y que nos obligan a replantear nuestras creencias constantemente.

La sabiduría va unida siempre a la humildad y al dictado del corazón para seguir un comportamiento y no hacer las burradas que vemos todos los días en las noticias.

El 8 de noviembre de 1.793, Madame Roland, pronunció antes de ser guillotinada: “Oh, Liberté!: combien de crimes sont commises dans ton nom!” (“¡Oh, Libertad!, ¡cuántos crímenes se cometen en tu nombre!”). El dogma, mata.


(*) Periodista

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