miércoles, 3 de agosto de 2016

Los bancos superan los tests de estrés pero los mercados les penalizan sin compasión / José Hervás *

El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, se mostraba muy escéptico el pasado miércoles sobre los resultados de los tests de estrés de la banca que la autoridad bancaria europea presentaría dos días después. 

Con ocasión de la presentación de resultados de la entidad, en la que Álvarez mantuvo el compromiso de la entidad de aumentar el 10 % el reparto de dividendo este año y otro 5 % el siguiente, pese a la caída del 32 % de los beneficios, Álvarez ironizaba sobre la hora de presentación de las pruebas.

Unas pruebas que la EBA pu­bli­caría a las diez de la noche de un viernes 29 de ju­lio, con los mer­cados de todo el mundo ce­rrados tam­poco “podrían hacer mucho daño”. El pro­nós­tico no ha po­dido ser más errado si nos ate­nemos a lo su­ce­dido en las úl­timas 48 horas en los mer­ca­dos.

Las dudas sobre la sol­vencia de la banca eu­ro­pea, pese a haber su­pe­rado con creces las pruebas de re­sis­tencia de la au­to­ridad ban­caria eu­ro­pea, han vuelto a pro­vocar otra jor­nada de fuertes pér­didas en las bol­sas.

El Ibex ha caído cerca del 3% y el ín­dice de la banca es­pañola ha per­dido más de un 5% de me­dia. En Italia el Monte dei Paschi, que sus­pendió los test de es­trés pero que se ha re­ca­pi­ta­li­zado, se ha des­plo­mado este martes otro 15%.

En Francia, bien es cierto que en un ám­bito de muy es­caso in­ter­cambio de tí­tu­los, los va­lores de la banca han vuelto a re­gis­trar pér­didas por se­gundo día con­se­cu­tivo. BNP Paribas se de­jaba más del 4 % y Société Générale tam­bién su­pe­raba el 3 % de pér­di­das.

Y en Alemania, uno de los gran­des, el se­gundo del país, el Commerzbank se veía obli­gado a anun­ciar que re­ba­jaba drás­ti­ca­mente sus pre­vi­siones de be­ne­ficio para este año y ha con­ta­giado al sector no solo ale­mán, sino eu­ro­peo.

El Commerzbank jus­ti­fica que no está en si­tua­ción de cum­plir, ni el com­pro­miso de ce­rrar este año por en­cima del re­sul­tado con­se­guido el pa­sado ejer­ci­cio, ni si­quiera igua­larlo de­bido a los bajos tipos de in­te­rés.

Inmediatamente des­pués de con­fesar su im­po­si­bi­lidad de su­perar los ma­gros re­sul­tados del año pa­sado, 1.900 mi­llones de eu­ros, la co­ti­za­ción del Commerzbank ha caído a su mí­nimo his­tó­rico, 5,22 eu­ros. La pér­dida acu­mu­lada en lo que va de año su­pera el 45 %, frente al 30 % medio de los bancos eu­ro­peos in­cluidos en el Stoxx Europe 600 Banks.

Ya te­nemos jus­ti­fi­ca­ción para no cri­ticar el di­seño de las pruebas de re­sis­tencia eu­ro­pea, los bajos tipos de in­terés y la po­lí­tica del Banco Central Europeo. Porque todo esto su­cede sólo cuatro días des­pués de que la au­to­ridad ban­caria eu­ropea pre­su­miera de que todos los bancos ana­li­zados de la Unión Europea, salvo el Monte dei Paschi di Siena y el Allied Irish Bank, su­pe­rarían las pruebas de re­sis­tencia al final del 2018.

Los dos prin­ci­pales pro­blemas de la banca eu­ropea son la mo­ro­sidad y la ren­ta­bi­li­dad, no el ca­pi­tal, cues­tión en la que se han cen­trado las pruebas de re­sis­ten­cia.

Los ex­pertos de la EBA, Comisión Europea, Banco Central Europeo y Mecanismo de Supervisión ha­rían bien plan­teán­dose los cri­te­rios de las pró­ximas pruebas de re­sis­ten­cia. Y para ha­cerlos más creí­bles to­davía de­be­rían apli­cár­selo al 100 % del sis­tema. Lo que nos han ge­ne­rado en estos días son dudas de la ne­ce­sidad de gas­tarse ellos más de 75 mi­llones de euros que han cos­tado las prue­bas, y que de acuerdo con los mer­ca­dos, no han ser­vido de nada.

Las pruebas que se prac­ti­caron en los años an­te­rio­res, las pri­meras en 2011, no de­tec­taron la gra­vedad que su­fría el sis­tema fi­nan­ciero en Europa. El pro­blema de las ac­tuales tam­bién es que tam­bién ca­recen de cre­di­bi­li­dad. ¿Para qué se­guir ha­cién­do­las?.


 (*) Periodista

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