El portavoz
del PSOE, Antonio Hernando y el de la formación Podemos, Pablo Iglesias, consideran que el apoyo que los nacionalistas han dado a PP y C´s en la
votación de las vicepresidencias del Congreso de los Diputados es un
adelanto de lo que puede suceder en la sesión de investidura. Pero
Albert Rivera insiste en que los socialistas colaboren, como mínimo con
la abstención, porque si no, no habrá Gobierno en la primera ronda
prevista para la primera semana de agosto.
A
partir de ese momento la incertidumbre de cara a la formación de
un nuevo Gobierno crece. Es cierto que, tanto fuentes populares como
de CDC, confirman que ha habido un acuerdo por el que 10
nacionalistas han votado a Ignacio Prendes de Ciudadanos, para la
vicepresidencia primera de la Cámara, y a Rosa Romero como
vicepresidente tercera.
A cambio, los Convergentes
conseguirán formar grupo parlamentario propio y el PNV ya ha
conseguido un puesto en la mesa del Senado que se ha constituido
este mismo martes.
Sin embargo, los 10 votos nacionalistas
serían insuficientes para que Mariano Rajoy tuviera más síes que
noes en la segunda votación del primer debate de investidura que
el Presidente en funciones calcula que se celebrarán en la primera
semana de agosto.
Antonio Hernando que ha reiterado que ellos no
han negociado con nadie para conseguir la presidencia del
Congreso, pese a que Patxi López, su candidato, ha obtenido 72 votos
más que los escaños que les han dado las elecciones, ha dejado
claro que van a votar en contra del Partido Popular.
Les ha
propuesto que sigan por la senda que ha inaugurado por la que han
sumado 179 votos, votos que si se consolidan podrían conseguir la
investidura.
Así, para los dirigentes del PSOE, la
votación para la elección de los miembros de la mesa ha dado las
pistas de qué puede pasar en la investidura de Rajoy, pero no son los
cálculos del otro grupo fundamental para poder formar Gobierno,
Ciudadanos.
Si Albert Rivera no cambia en esta ocasión de
criterio, como si ha hecho en otras ocasiones, la formación de
Gobierno sigue siendo una incógnita.
El Partido Popular tratará
de alargar el momento de que Mariano Rajoy comparezca ante el
Congreso. El control del tiempo está en manos de lo que decida la
Presidenta del Congreso de los Diputados, su amiga Ana Pastor.
Si
tras visitar al Rey este mismo miércoles, convoca la sesión de
investidura en los próximos días podríamos concluir que el pacto
para la constitución de la Mesa tiene una segunda parte.
Si
por el contrario el plazo se retrasa al máximo, estaremos ante un
período muy incierto. La cara del presidente del Gobierno durante
toda la sesión de constitución de las Cortes mostraba
preocupación. Su interlocución con la vicepresidenta Soraya
Sáenz de Santamaría ha sido prácticamente nula. Las incógnitas no
están despejadas.
(*) Periodista
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