martes, 19 de julio de 2016

El limbo / Ramón Cotarelo *

Poco a poco la razón se abre camino. En una reunión a puerta cerrada del grupo parlamentario socialista, Sánchez parece haber dicho que hay que contar con los indepes catalanes para garantizar la gobernabilidad del reino. Es preciso, dicen que ha dicho, sacar a estos catalanistas del limbo. 
 
Sanos y racionales propósitos. Carece de sentido despreciar ocho posibles votos, quien sabe si diecisiete, por un juicio de intenciones respecto a cuáles sean las  de los nacionalistas catalanes. Sin olvidar que Francesc Homs hace un par de días formuló la predisposición catalanista a la tarea sin la condición previa del referéndum. Palinuro calificó el gesto de giro copernicano y parece que Sánchez lo ha entendido.

Es decir, el que ha salido del limbo es el propio Sánchez. La combinación PSOE+Podemos+indepes catalanes y PNV son 178 escaños, mayoría absoluta. Fuera Rajoy y el PP. Inicio de una etapa de regeneración democrática en todos los sentidos del término. Sería mayúscula irresponsabilidad no lograrla.

Visto que el grupo socialista ha aceptado con agrado (y alivio, supongo) el nuevo propósito de Sánchez, este ya solo tiene que convencer al Comité Federal de que retire esa ridícula y autoritaria condición de no aceptar nada de los indepes catalanes, ni siquiera su abstención. Los del Comité Federal no precisan salir del limbo porque no están en él. En realidad, no hay sitio para ellos en la mitología católica. Sería más apropiado verlos en el Erebo de la mitología clásica, que es el lugar del reino de Hades reservado a él mismo y a Perséfone y desde el que se asciende directamente al Olimpo, sede exclusiva de los dioses. Los católicos admiten que, tras unos trámites, las almas salen del Purgatorio, camino de la gloria del Señor. En Grecia, las almas permanecen perpetuamente en una zona de felicidad no olímpica, los campos elíseos. Las que no alcancen esa ventura se quedan en el campo de los asfódelos, que es una especie de limbo griego.

Con esta decisión de Homs y Sánchez, el juego parlamentario está ahora en campo abierto. Mr. Sobresueldos ya sabe que no tiene apoyos para la investidura, y puede repetir la espantada del 20 de diciembre. Lo anima seguramente el cálculo de que la decisión/no decisión (tema 4 de la teoría de la elección racional) provocará las terceras elecciones generales en un año para exasperación de la parroquia. Y así será salvo que la izquierda -con el apoyo del PDC y el PNV que, al lado del PP son casi grupos espartaquistas- se aglutine y garantice el gobierno citado con sus 178 votos. Cosa esta probable por cuanto los socialistas y los indepes han hecho lo primero, y quizá lo único, que deben hacer los politicos: hablar.

Con estas conversaciones/negociaciones, el PSOE afirma su posición pues, habiéndose distanciado de C's, no queda reducido al diálogo con Podemos; tiene más interlocutores. El afianzamiento es obvio: si Homs y los suyos no ponen el referéndum como condición, ¿qué sentido tiene que lo haga En Comú Podem que, además, no es independentista? Si Domènech cambia su anunciado voto negativo por otro positivo, se habrá restaurado la unidad de voluntad de Podemos. Y ya estaríamos todos en el campo de los asfódelos, a un paso de los campos elíseos. Los de izquierdas sabemos que los mortales no tenemos acceso al Olimpo. Los católicos, que sí se creen inmortales, aspiran a llegar a la gloria, al cielo, a veces, al asalto. Las izquierdas socialdemócratas, más realistas, se conforman con el elíseo que, con relación a la gloria cristiana, es como el Estado del bienestar frente a la sociedad sin clases.

Y ahí es donde está ahora el meollo de la negociación. A ver si Podemos encuentra alguna razón para frustrar la formación de un gobierno de izquierdas. Camino parece haber emprendido con esos chanchullos para la composición de la mesa del Congreso que demuestran dos cosas: a) que los de la "nueva política" son como los de la vieja y revenidos; b) que el líder parece de nuevo empeñado en una de esas fintas que él considera de refinamiento florentino pero suelen terminar como un gag de Buster Keaton.

Y, pues la teoría y la praxis se alimentan mutuamente, hoy es el momento de aplicar la doctrina que su máximo referente intelectual, Gramsci, llamaba la "filosofía de la praxis". De no darse esa solución, la mesa del Congreso estará presidida por doña Ana Pastor, ministra en funciones y con la marca de ganadería apropiada con la S de sobresueldos. Contará asimismo con dos miembros más del PP y dos de C's. Los otros cuatro, para PSOE y Podemos. Predominio de la derecha en un Congreso con mayoría de izquierda. Califiquen ustedes esto y no sean muy duros en los adjetivos. Difícil, ¿verdad?

La composición de la mesa es la prueba de fuego de la intención de formar un gobierno de izquierdas. La composición podría ser: dos del PSOE (con la presidencia), dos de Podemos y un catalán. Los otros cuatro, a repartir entre PP y C's como San Cosme y San Damián se lo aconsejen.

Detrás de estas combinaciones hay toneladas de ideología, doctrina, política, idea nacional y mil cosas más para solaz de analistas, expertos y columnistas. Pero el objetivo esencial, desalojar del poder a la derecha, se cumplirá.

España no puede seguir al mando de un gobierno minoritario de la derecha (¡y qué gobierno! ¡Y qué derecha!) cuando la mayoría del Parlamento es de izquierdas.

Porque lo es. Ahora mismo. 
 
 
El franquismo sigue vivo y gobierna
 
 
Ayer tuve el privilegio de intervenir en una tertulia de Catalunya Ràdio titulada Les ferides obertes del franquisme juntamente con Monserrat Ginès, presidenta de l'Associació de Víctimes de la Repressió Franquista en Tarragona y Andreu Mayayo, catedrático de Historia Contemporánea de la UB. El tema, como corresponde al aniversario de un 18 de julio, era el franquismo en España. El programa entero se encuentra en el enlace aquí.

Tiene poco sentido que me repita. Dije cuanto quería decir en total libertad. Agradezco infinito a Catalunya Ràdio la oportunidad que me dio de expresarme. Una vez más, los medios catalanes emiten un discurso del que los medios españoles no quieren ni oír hablar. Ninguno me llama jamás a hablar de este o de cualquier otro tema. Y lo entiendo: tienen gente mucho más preparada y capaz de decir cosas más originales e interesantes que el pobre Palinuro. No hay más que oírlos y verlos.

Dos veces tuve reparos que oponer a las opiniones de mi colega Mayayo, por lo demás hombre ponderado y sabio. Una lo hice en antena y la otra la dejé pasar por ese prurito que tiene uno de no discrepar demasiado de una sola vez. Pero ahora, con la calma del distanciamiento puedo hacerlo porque, entre otras cosas, ambos puntos son muy significativos.

El primero fue cuando Mayayo insistió en lo que, a mi parecer, era reducir el franquismo a la guerra civil. Esa precisión sí la hice y no merece la pena extenderse. El franquismo fue mucho más que la guerra civil: fue una dictadura cruel, genocida, basada en el terror, la represión, el asesinato indiscriminado de una población inerme durante 40 años Fue un régimen de delincuentes que convirtieron todo concepto de ordenamiento legal, derecho, seguridad jurídica de las personas en una burla y que se basó en el miedo que inculcó en la población y que todavía dura. 
 
El intento de reducir el franquismo a la guerra civil es el proemio a la afirmación de que ambos bandos cometieron barbaridades en dicha guerra. Al margen de que eso tampoco es cierto pues las barbaridades de los fascistas fueron cuantitativa y cualitativamente muy superiores a las de los republicanos, está la cuestión de que la esencia del franquismo se manifestó no en la guerra, sino en la postguerra, en los 40 años de "Victoria" y terror que sus seguidores, hoy gobernantes, continúan celebrando no como un golpe de Estado de uno militares felones y perjuros, sino como el glorioso alzamiento nacional.

El segundo, que no precisé entonces, pero lo hago ahora se dio cuando afirmé que la diferencia entre la derecha demócrata europea y la no-demócrata española (o sea, el PP) es que la europea se enfrentó al fascismo con las armas en la mano mientras que la española es la heredera directa de ese fascismo triunfante. Esa diferencia me parece esencial. Sin embargo, Mayayo vino a decir más o menos que en todas partes cuecen habas y que también en Alemania y otros países fascistas, personajes de esta calaña habían conservado su puestos en empleos importantes. 
 
Es una relativización absolutamente inexacta. En Alemania hubo un proceso de desnazificación: los principales dirigentes nazis fueron ajusticiadoss, otros pagaron con años de prisión (Hess, por ejemplo) y muchos, muchísimos otros, miles, pasaron por los campos de desnazificación. ¿Que hubo casos en que dirigentes nazis consiguieron sobrevivir y hasta prosperar? Sin duda. 
 
Pero es que en España sucedió al revés: además de los asesinatos y prisiones, todas las profesiones civiles y militares fueron "depuradas" durante el franquismo. Decenas de miles de maestros, profesores, médicos, abogados, jueces, cuando no fueron asesinados o encarcelados o se les robaron sus propiedades, sufrieron inhabilitación y ostracismo.  Nada de eso pasó en la transición. Nada. Ni un juez de los delincuentes que formaron el Tribunal de Orden Público de Franco, por ejemplo, fue molestado; ni un policía torturador; ni un periodista o cura delatores. Nadie. No hay punto de comparación.
 
 
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
 

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