El desbloqueo de la situación política del país está peor que ayer
pero mejor que mañana, es decir que este jueves puede estar peor que el
miércoles, el día que se ha producido una intervención pesimista del
Presidente del Gobierno en funciones Mariano Rajoy describiendo el mal
resultado de sus consultas políticas para un acuerdo de investidura y,
la negativa de Pedro Sánchez a que el PSOE vote a favor del candidato
popular o se abstenga en la segunda vuelta, cuando lo decisivo, sea
conseguir más votos a favor que en contra .
Este podría ser el resumen de una pesimista jornada en la que ha
vuelto a resurgir el fantasma de unas terceras elecciones, al insistir
Sánchez en el “No”, como habían venido insistiendo sus más cercanos
colaboradores y, sobre todo, al anunciar Rajoy que, si no tiene apoyos
suficientes, como le ocurrió el pasado mes de febrero, le comunicará al
Rey que no puede aceptar la investidura (ahora no se trata de declinar,
sino simplemente, de explicarle al Jefe del Estado que no cuenta con los
votos necesarios para aceptar la Presidencia del Gobierno, ya que, por
el momento, solo cuenta con los 137 votos de su partido y el voto de
Coalición Canaria. Ese el balance de varios días de encuentro con
representantes de todos los partidos políticos, excepto Balda, pero
incluidos los nacionalistas catalanes que se muestran partidarios de
plantear la independencia y la escisión de Cataluña de España.
Rajoy está jugando fuerte de forma que ya ha fijado una posible fecha
para poner en marcha unas terceras elecciones: Investidura el 2 de
agosto, primera votación el 4 y segunda el 5, con lo que las nuevas
elecciones se celebrarían el domingo 27 de Septiembre. Parece que solo
habrá una investidura con lo que se dejará correr el calendario sin
ningún otro intento del Presidente en funciones.
Despues del alivio que le produjo la reacción conciliadora de Rivera
del martes, y el anuncio de una posible abstención para evitar la
repetición de elecciones y de un encuentro casi secreto con el
representante de la antigua Convergencia, Francesc Homs en el Palacio de
la Moncloa, y tras el esperado fracaso del encuentro con Sánchez, el
presidente del Gobierno ha reconocido que no tiene los votos suficientes
pala la investidura pero que sigue teniendo muy claro que quiere
gobernar, tomar decisiones y mojarse.
“Tengo muy claro que sé lo que hay
que hacer y que voy a seguir dando la batalla para defender los
intereses de España”, ha dicho para anunciar que a partir de ahora abre
un periodo de consultas con todos los partidos políticos para intentar
buscar una solución a una situación que vuelve a ser de bloqueo.
Un bloqueo que parece negar Sánchez ya que insiste en que Rajoy no lo
ha intentado todo y que es hora de que se empiece a negociar sobre
propuestas y sobre programas con quienes pueden ser sus aliados
naturales, no con quienes representan, en este momento, la alternativa.
De todas formas ha hecho un guiño, indicando que esto va para rato y que
en ese trayecto, el PSOE puede cambiar de estrategia respecto a la
abstención. Es la única interpretación que se puede hacer a la frase de
que “el PSOE dará lo mejor de sí mismo para evitar unas terceras
elecciones” o, a esa otra de que “a día de hoy, el PSOE reafirma su voto
en contra de Rajoy”.
Pero la realidad es que, de nuevo, este miércoles Sánchez ha vuelto a
sacar del cajón el “No, No, y No”. Presionado por el PP y por Rajoy,
por su antiguo aliado Albert Rivera con el que firmó en su momento un
pacto de regeneración política, por determinados sectores
internacionales del grupo europarlamentario socialista, por el viejo
aparato del partido, desde Felipe González a Alfonso Guerra pasando por
Josep Borrell, que además forma parte del llamado “gobierno en la
sombra” del candidato socialista, por los barones que están divididos
entre la abstención y el No, y los que siguen creyendo en la posibilidad
de un gobierno de izquierdas con Unidos Podemos, si fracasa Rajoy en
una eventual investidura, la realidad es que Sánchez ha vuelto a
cerrarle la puerta a Rajoy a cualquier colaboración de su partido para
ser investido Presidente.
Ni la mediación de Rivera que ha conseguido de su Comité Ejecutivo le
dé el visto bueno para en la investidura, oponerse en la primera
votación y abstenerse en la segunda, para evitar una repetición de
elecciones, ( “y no para apoyar a Rajoy”, según se ha encargado de
aclarar el líder de Ciudadanos) y que ha hecho de intermediario en un
intento de formar una pinza (ver republica.com” “Desbloqueo…y ¿pinza Rivera-Sánchez?);
ni el pronunciamiento del ex Presidente Felipe González a favor de una
investidura “ cuanto antes”; ni el resultado de las encuestas que
reflejan una oposición generalizada a unas terceras elecciones, han
conseguido que Sánchez haya cambiado de opinión, y le ha vuelto a decir
“No” a Rajoy si, efectivamente, se presenta a la investidura la última
semana de julio. “No” en la primera votación y “No” en la segunda…
(*) Periodista y economista
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