Si Pablo Iglesias e Íñigo Errejón siguen buscando la causa por la que
Unidos Podemos no logró el ‘sorpasso’ al PSOE, a pesar del pacto de
Podemos con IU que les auguraba más de seis millones de votos, solo
tienen que mirar al Ayuntamiento de Madrid y a otros de los llamados
ayuntamientos ‘del cambio’ para entender porque más de un millón de
votos se les han fugado de las urnas hacia no se sabe donde.
No en vano la alcaldesa Manuela Carmena, además de sin capacidad para
la gestión pública, no cesa de fabricar ocurrencias como aquellas de
que los niños madrileños deberían recoger colillas del suelo, o las
madres trabajar en las guarderías quitándoles trabajo a los empleados, o
que los jóvenes del botellón recojan las botellas, etcétera, etcétera.
El caso es que Madrid sigue sucio, tiene bloqueado lo de Chamartin
-que daría miles de empleos y abriría una nueva gran arteria para la
ciudad-, y en las últimas horas la alcaldesa Carmena acaba de adoptar
dos iniciativas que son de traca: montar en los barrios de la capital
una especie de policía política de vecinos, un somatén a la cubana con
el que sustituir la labor de la policía municipal y nacional; y declarar
en las piscinas municipales de Madrid ‘el día sin bañador’ para que
todo el mundo se despelote, e imaginamos que ella misma la primera para
de esa guisa saltar desde el más alto trampolín.
O sea, que pronto tendremos piscinas nudistas pagadas con el dinero
público porque hace tanto calor que la alcaldesa ya no puede soportar ni
siquiera el bañador.
Y uno se pregunta: ¿en manos de esta Carmena ha estado la Justicia y
todos los que han pasado por su juzgado? Si esto sigue así puede que en
la sesión de apertura de las nuevas Cortes más de un diputado o diputada
de Podemos se nos presente en el hemiciclo del Congreso en bañador o en
tanga, ahora que imaginamos que el niño de Bescansa no tiene que mamar
porque habrá crecido y estará tomando unos potitos de frutas para crecer
a mayor velocidad.
Pero mientras tanto, Carmena ha decretado el día sin bañador lo que a
buen seguro le habrá encantado a su portavoz Rita Maestre, que es tan
aficionada a quitarse la ropa en las capillas católicas para lucir
palmito y epatar al grito de ‘el Papa no nos deja, comernos las almejas’
tal y como ocurrió en la capilla de la Universidad Complutense de
Madrid. Pero insistimos: ¿todavía no saben Iglesias y Errejón por qué
han perdido mas de un millón de votos el 26-J? La respuesta en muy
sencilla y la tienen ante sus narices: está en el caso ejemplar de los
disparates en cadena de la alcaldía de Madrid. El rompeolas de todas las
Españas, ahora convertido en espejo del disparate nacional.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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