domingo, 24 de julio de 2016

Marcos Peña, presidente del CES: "2017 será el último año bueno, luego vendrá el estancamiento"


MADRID.- El presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, cree que 2017 será el último año bueno con la creación de casi medio millón de empleos, pero ahí "España se estancará" porque no podrá articular un nuevo modelo productivo y de formación donde el conocimiento se sitúe en primer lugar.

Peña insta a los políticos a que sean conscientes de que "el único patrimonio de un país son las personas y su inteligencia" y les exige "un compromiso nacional" con la investigación y la ciencia porque el 60 % de los niños que están en la guardería cursarán una carrera universitaria que hoy no existe.
El responsable de este órgano consultivo del Gobierno en materia socio-económica y laboral considera que la mayor preocupación reside en los desempleados mayores de 45 años, un colectivo compuesto por dos millones de personas con paro de larga duración, de los que tres cuartas partes (1,5 millones) sólo tiene formación básica y, por tanto, su incorporación al mercado laboral es "imposible".
Para Peña, el nuevo Gobierno deberá afrontar estos retos con una "gobernanza templada" y le recuerda que está abocado al entendimiento, "quiera o no, porque los números no dan para mucho más".
El presidente del CES insiste en que el principal objetivo del nuevo Gobierno deberá ser "evitar el caos", porque el edificio está "un poco agrietado" y lo primero que hay que hacer es "apuntalarlo para evitar daños mayores".
Peña también cree que el futuro Ejecutivo no conseguirá esta legislatura aprobar ninguna "medida estrella" y aquí se refiere a las "20 actuaciones urgentes para el bienestar y el progreso" que los sindicatos trasladaron a los partidos políticos antes de las elecciones, con la intención de que las incorporaran a sus agendas.
Una de las 20 actuaciones era la derogación de las dos reformas laborales, algo que Peña ve muy complicado porque "no cabe derogar, sino modificar".
Tampoco ve probable que se apruebe una renta mínima y estima que lo más importante es garantizar lo que hay ahora, es decir, "mantener la parte sana" y asegurar los servicios básicos.
Lo que sí reclama al nuevo Gobierno es que reconstruya de inmediato el Pacto de Toledo y que se produzca un debate "nacional y racional" sobre las pensiones.
Es vital, dice, que las medidas que se tomen sean acordadas en un debate en el que deberán estar presentes los agentes sociales y económicos.
Peña insiste en que hay que proteger las pensiones porque son el "armazón" de la convivencia y la política es un instrumento para convivir. El responsable del CES ve posible que España aporte un 11 % del PIB para las pensiones, algo que, dice, "hacen los países de al lado, que están incluso en el 14 y el 15 %".
El responsable del CES subraya que el actual modelo de pensiones no puede ir para atrás en ningún caso, y cualquier medida progresista que pretenda reducir la edad de jubilación acabará con el sistema.
Sobre progresismo, Peña también manifiesta su opinión y expresa sus dudas de que un Gobierno PSOE-Podemos haga políticas de progreso. Sin embargo, "un Gobierno PP-Ciudadanos es progresista si adopta iniciativas de progreso", asevera.
El presidente del CES confía en que haya investidura a primeros de agosto, considera que hoy los obstáculos "son menores" que hace unos meses y recuerda que lo que da a un país riqueza es "la certidumbre".
Peña reconoce que la economía española y el empleo están resistiendo el parón político.
Además, valora que el organismo que preside emita dictámenes preceptivos sobre anteproyectos de leyes y proyectos de reales decretos que regulan las políticas económicas y laborales, y que tienen especial transcendencia.
Nuestros informes, dice, "no tienen plazo de legislatura, los enviamos al Gobierno y lo seguiremos haciendo, imprimen un espíritu de razón y tolerancia y si contagian a alguien, mejor".

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