MURCIA.- Nacho Tornel, concejal de Cambiemos Murcia, denuncia que el
Ayuntamiento haya cedido el uso del antiguo colegio de El Carmen a la
Cofradía de la Sangre sin contar con la opinión de los vecinos y vecinas
del propio barrio. "A falta de un plan municipal sobre el patrimonio, o
se mantienen cerrados los edificios o se van entregando a entidades
privadas", ha afirmado.
Al ceder el antiguo colegio durante 25 años, prorrogables otros 25,
se está privando a la gente del disfrute de un bien colectivo que podría
albergar servicios públicos. "Lo que no se atrevió a hacer Cámara lo
hace Ballesta, puesto que se trata de un plan amarrado desde 2002 sin
que se hayan tenido en cuenta otras posibilidades", ha continuado
Tornel.
De hecho, "no conocemos ningún informe de la Dirección General
de Cultural o de la Concejalía que indiquen la necesidad de
musealización de las tallas, ni la posibilidad de ubicarlas en otro
museo".
Para Carlos Egio, vocal de la formación municipalista en la Junta de
Distrito, el uso de un edificio emblemático como el colegio en pleno
corazón del barrio debería haber contado con la opinión de quienes allí
habitan.
"Debería haberse hecho un diagnóstico de las necesidades reales
de El Carmen y sobre eso que la gente hubiera tomado una decisión; sin
embargo el proceso se ha caracterizado por la falta de transparencia",
ha explicado.
En este sentido, a propuesta de Cambiemos Murcia, en enero se
presentó una moción conjunta con PSOE y Ahora Murcia para poner en
marcha un proyecto participativo a fin de que fueran los vecinos y
vecinas determinaran el uso que más convenía darle al edificio. "El voto
en contra a última hora, y saltándose lo acordado, de Ciudadanos,
impidió que pudiéramos sacar adelante moción, por lo que aquel día
perdimos una herramienta para luchar contra las ocurrencias e
imposiciones de la Glorieta", ha concluido Egio.
Reproche del PSOE
Reproche del PSOE
El portavoz del PSOE y presidente de la Junta Municipal del Barrio
del Carmen, Ignacio García, ha expresado hoy su sorpresa e indignación
por conocer a través de los medios de comunicación, la cesión de las
instalaciones del antiguo colegio de El Carmen a la Universidad de Murcia y
a la Cofradía del Cristo de la Sangre.
"Lo grave de esta decisión es que no se ha contado en ningún momento con la opinión de la Junta Municipal, lo que demuestra que el equipo de gobierno aún cree que está en una situación de mayoría absoluta", precisó el alcalde del barrio, "y la participación y la transparencia son unas palabras vacías de contenido en boca de Ballesta. Textualmente, Ballesta nos ha ninguneado".
Ignacio García recordó que el barrio del Carmen tiene numerosas carencias de instalaciones y equipamientos educativos y culturales, como la ausencia de una escuela infantil, o una biblioteca municipal que está saturada.
"Mientras que el Ayuntamiento decide la cesión a la Cofradía y a la Universidad, institución que por cierto tiene unas instalaciones cerradas, como es el antiguo pabellón de Zarandona, los vecinos del barrio no hemos tenido oportunidad de proponer unos destinos diferentes para el uso de ese edificio municipal".
A juicio de García, "tanto estas instituciones, como cualquier otra, tiene derecho a querer usar las instalaciones del antiguo colegio del Carmen, pero hasta la fecha conocíamos el interés de la Cofradía, pero en ningún momento sobre las necesidades de la Universidad de Murcia. Si hablamos de necesidades de espacio, la propia Junta Municipal apenas dispone de locales para las asociaciones de vecinos, culturales y sociales del propio barrio del Carmen".
"Lo grave de esta decisión es que no se ha contado en ningún momento con la opinión de la Junta Municipal, lo que demuestra que el equipo de gobierno aún cree que está en una situación de mayoría absoluta", precisó el alcalde del barrio, "y la participación y la transparencia son unas palabras vacías de contenido en boca de Ballesta. Textualmente, Ballesta nos ha ninguneado".
Ignacio García recordó que el barrio del Carmen tiene numerosas carencias de instalaciones y equipamientos educativos y culturales, como la ausencia de una escuela infantil, o una biblioteca municipal que está saturada.
"Mientras que el Ayuntamiento decide la cesión a la Cofradía y a la Universidad, institución que por cierto tiene unas instalaciones cerradas, como es el antiguo pabellón de Zarandona, los vecinos del barrio no hemos tenido oportunidad de proponer unos destinos diferentes para el uso de ese edificio municipal".
A juicio de García, "tanto estas instituciones, como cualquier otra, tiene derecho a querer usar las instalaciones del antiguo colegio del Carmen, pero hasta la fecha conocíamos el interés de la Cofradía, pero en ningún momento sobre las necesidades de la Universidad de Murcia. Si hablamos de necesidades de espacio, la propia Junta Municipal apenas dispone de locales para las asociaciones de vecinos, culturales y sociales del propio barrio del Carmen".
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