Setenta y dos horas después de los resultados de las elecciones del
domingo, desde Unidos Podemos, nadie con responsabilidad en la coalición
se ha dignado dar una explicación de lo que ha ocurrido el pasado 26 de
Junio y todo lo han dejado a la elaboración de una encuesta, como si
las encuestas “las principales causantes” de muchos de los errores de la
campaña electoral, fuesen a iluminar por qué no se ha procedido el
manoseado “sorpasso” sobre el PSOE que ha quedado como principal partido
de la oposición y de la izquierda, y sobre todo, cómo es posible que la coalición de izquierdas haya podido perder más de un millón de votos.
La Coalición que, días antes de la votación estaba en empate técnico
con el Partido Popular, según clamaba, una y otra vez, Pablo Iglesias,
sólo ha conseguido, en un mapa teñido totalmente de azul y con pequeñas
zonas en rojo, ser las más votada en las tres provincias vascas
(Vizcaya, Vitoria y Guipúzcoa) y, en dos de Cataluña (Barcelona y
Tarragona). En Andalucía, la gran esperanza en tanto Izquierda Unida ha
tenido una gran implantación, especialmente en las zonas rurales, donde
Podemos consiguió el pasado 20 de Diciembre diez escaños. Con la coalición con Izquierda Unida ha subido a once, después de perder en la
Comunidad andaluza la cuarta parte del millón largo votos que Podemos
consiguió en Diciembre.
El escaño conquistado en Andalucía, no ha sido el del general José
Julio Rodríguez por Almería, (tras su fracaso como número dos en
Zaragoza ), sino el de Jaén, que ostentará el dirigente del Sindicato
Andaluz de Trabajadores (SAT) Diego Cañamero, que nos dará grandes
momentos de gloria y que el día de cierre de la campaña acusó al PSOE
nada más y nada menos, en una intervención muy socialdemócrata de que
”los socialistas han utilizado los tiros para matar a gente”. Su primer
acto, después de ser elegido, ha sido ocupar de nuevo la finca Somonte
propiedad de las Junta de Andalucía en la localidad cordobesa de Palma
del Río.
No se sabe si todos estos matices lo recogerá la encuesta que la
dirección de Unidos Podemos ha encargado para saber qué es realmente lo
que ha pasado. Sorprende que toda una dirección que se ha criado
académicamente en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad
Complutense de Madrid, que han viajado por toda América Latina,
especialmente por los países de Unasur y por el área bolivariana, para
asesorar a Jefes de Estado y a responsables económicos y políticos, que
son especialistas en demoscopia, que se titulan politólogos, que tienen
hasta sociólogos de guardia, dispuestos a analizar la realidad, hayan
sido incapaces de hacer una valoración mínimamente coherente de lo que
ha pasado y tengan que encargar una encuesta (que es precisamente lo que
ha fallado en estas y en las anteriores elecciones) no ya para hacer
una autocrítica, sino para explicar e interpretar qué ha ocurrido y qué
papel tienen en la resurrección del Partido Popular. Sorprende que lo
único que parecen tener claro es lo que ha dicho el responsable de
organización de Podemos Pablo Echenique, “extirpar las malas hierbas”
que “profundicen en las guerras internas” de la organización.
Hasta ahora, el único que ha dado una explicación coherente ha sido
el excoordinador de Izquierda Unida Julio Anguita y el padre intelectual
de la coalición junto con Pablo Iglesias y Alberto Garzón. En opinión
del veterano dirigente comunista que vine defendiendo el “sorpasso”
desde el año 1993, en pleno Aznarato, la razón del fracaso de este
domingo frente a las expectativas electorales que se habían creado (él
mismo el día de cierre de la campaña advirtió sobre el excesivo
optimismo y sobre los pronósticos de los sondeos) es que la Coalición ha
sido derrotada “desde dentro”, ya que una parte del electorado “nada
desdeñable, no nos ha votado, votaron por separado a las dos formaciones
pero no han votado a la Coalición. A nosotros no nos ha derrotado
nadie, nos han derrotado dentro” “Pienso que en las tres partes del
binomio, ha habido gente que no se ha sentido representada y ha
pretendido castigar, aunque no hay que retrotraerse de lo que se ha
hecho y seguir apostando por la confluencia política”.
Nada que ver con lo que este miércoles ha dicho el número dos de
Podemos Iñigo Errejón, responsable de la campaña electoral, y al que el
sector de Pablo Iglesias, le quiere echar la responsabilidad del fracaso
por una campaña que en algunos aspectos ha sido errónea. Aunque lo
erróneo ha sido huir de la transversalidad, como venia insistiendo
Errejón y apostar claramente por Izquierda Unida. Factor aparte es el
rechazo que en amplios sectores produce el protagonismo de Pablo
iglesias, convencido todavía, de que el cielo se toma por asalto y sin
conquistar previamente la llave… Frente a Iglesias, que dice que la
Coalición ha funcionado, Errejón es tajante: “la coalición no ha
funcionado y habrá que evaluar su reedición en próximas citas
electorales”.
(*) Periodista
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