España camina hacia la ‘gran coalición’ ante el ascenso del populismo
camuflado de Podemos y la crisis del Brexit en la UE. Pero ese gran
pacto de Estado, responsable y necesario para España, exige pactos
programáticos y renuncias de corte personal lo que obligaría a Mariano
Rajoy, Pedro Sánchez y Albert Rivera a quedar, los tres, fuera del nuevo
gobierno.
‘No hay mal que por bien no venga’ dice el refrán español y esa puede
ser la lectura que debemos aplicar al daño que a la UE en general y a
España en particular causa la decisión de los británicos de abandonar la
Unión Europea. Una decisión de consecuencias políticas históricas para
la relación del Reino Unido con la Europa continental e incalculables en
el ámbito económico y financiero sobre todo para Gran Bretaña, que
podría sufrir la separación de Escocia e Irlanda del Norte.
En España el Brexit nos ha estallado en las manos a solo tres días de
las elecciones generales de este domingo 26-J y ello coincide con la
posibilidad de que los populistas de Podemos alcancen en las urnas un
importante resultado. E incluso por delante de los socialistas, lo que
constituiría un segundo gran vuelco político nacional tras el que se
produjo, con el fin del bipartidismo, en los comicios del 20 de
diciembre de 2015.
Pero estos dos acontecimientos, Brexit y ascenso importante de
Podemos, pueden facilitar la constitución en España de un gobierno de
gran coalición y con amplia base parlamentaria entre PP, PSOE y C’S como
respuesta rápida y eficaz en contra del horizonte de incertidumbre
europea que se nos presenta en la UE. Y frente a las políticas
demenciales que se esconden en el programa de Podemos como la marcha de
la UE, ruptura de la Unidad de España, control de la prensa, la Justicia
y la fiscalía y aparatos policiales y de seguridad del Estado, etc.
Naturalmente, la gran coalición española a favor de un pacto de
gobierno que garantice la estabilidad va a necesitar de un claro
ejercicio de generosidad y responsabilidad por parte de los tres
partidos afectados, PP, PSOE y C’s.
Y ahí se incluirán sacrificios importantes de tres ordenes: en el
reparto del Gobierno –si es que los tres partidos entran en el
Ejecutivo- y la otorgación de la presidencia; pacto sobre los programas y
prioridades de la acción de gobierno; y retirada de los tres lideres
primeros nacionales, Rajoy, Sánchez, Rivera que son claramente
incompatibles entre sí.
Solo un acuerdo de este alcance y envergadura evitará que en España
se instale una peligrosa inestabilidad cuando en la UE se acaba de
instalar la incertidumbre. Todo lo demás será un despropósito y una
grave irresponsabilidad por parte de los primeros dirigentes del país.
Por supuesto la base del acuerdo de Gobierno debe hacerse entre PP y
PSOE que son los que tendrán escaños suficientes para gobernar. Y ello
requerirá la marcha de Rajoy y Sánchez. Pero si Rivera quiera colaborar
en la gran coalición también deberá quedar excluido del gobierno
nacional, una vez que el líder de C’S ha hecho gala en la campaña
electoral de su nueva y poco acertada agresividad.
Veremos que nos dicen las urnas la noche del 26-J cuando aún están
humeantes los rescoldos del fuego purificador de las hogueras de San
Juan. Un fuego en el que deberían caer a título de sacrificio los
líderes políticos que tras las elecciones del 20-J fueron incapaces de
encontrar un pacto político y un buen gobierno estable y firme para la
nación.
(*) Periodista
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