Si hace unos días Pablo Iglesias se proclamaba socialdemócrata ante
la indignación del PSOE, ahora el líder de Podemos se dedica a utilizar
la Patria como bandera de su discurso nacional, lo que vuelve a enfadar a
los socialistas. Es verdad que, como dijo una vez Adolfo Suárez lo mas
importante en la acción política no es ‘de donde venimos sino hacia
donde vamos’, y así se hizo la transición. Sin embargo el cambio de la
ruta que está forzando Podemos se produce a gran velocidad y casi de la
noche a la mañana con gran habilidad y oportunismo político.
De manera que Iglesias se proclama socialdemócrata y patriota cuando
hace poco era filo comunista y mas amigo de la autodeterminación que
pone en peligro la unidad de España y niega la soberanía nacional. Y lo
hace con dos objetivos, reducir el discurso del miedo del PP y adelantar
–el ‘sorpasso’- al PSOE por la izquierda y el centro de la política.
Lo que desespera a los socialistas que, dicho sea de paso, tampoco
son al día de hoy socialdemócratas sino mas bien social-liberales, como
se aprecia en sus políticas, programas y comportamientos. Véase la que
fue reforma exprés del artículo 135 de la Constitución pactada con el
PP, los indultos de Zapatero a los banqueros en plena crisis, o también
la variada presencia de ex ministros socialistas en las llamadas puertas
giratorias del Ibex. Y las andanzas de Felipe González con personajes
de la catadura del tal Fandi.
En cuanto al discurso del patriotismo constitucional que defienden el
PP y C’s con coherencia hay que decir que el PSOE tampoco lo tiene
porque Sánchez pide una relación ‘bilateral’ de Cataluña con el Estado,
lo que ni siquiera aceptan ni en propio partido, habla de un misterioso
modelo federal que no se atreve a explicar y tiene en el PSC continuas
muestras a favor de la autodeterminación.
En el capítulo europeísta, los de Podemos también disimulan cuando
dicen estar a favor del euro (lo que niega el PCE) o prometen buscar la
confluencia fiscal con Bruselas mientras prometen un altísimo gasto que
pretenden paliar con un sinfín de impuestos, empeñados en decir que les
salen las cuentas lo que no es verdad. Aunque en la sopa de los números y
las cuentas ellos dicen tenerlo todo atado.
La socialdemocracia, la Patria y Europa he ahí cuestiones de fondo en
las que Podemos pretende ahogar el discurso del PSOE, a sabiendas por
otra parte que en estas elecciones los votantes no se van a fijar en los
programas –que son los mismos de las elecciones del 20-D- sino en los
liderazgos, las encuestas y debates, y ahí Sánchez y el PSOE tienen
todas las de perder porque ya quedan pocos días para desmontar las
imposturas de Iglesias y Podemos. Los que dicho sea de paso están en su
derecho de rectificar aunque ello carece de credibilidad.
(*) Periodista
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