Mientras en el PSOE el presidente valenciano Ximo Puig mantiene el
pulso con Pedro Sánchez sobre las candidaturas valencianas al Senado,
que Puig quiere pactar con Podemos y Compromís, y Sánchez solo con
Compromís, en el PP y Podemos se detecta una inercia para convertir la
campaña electoral en un duelo en la alta sierra entre Iglesias y Rajoy.
Lo que dejaría a Sánchez y a Rivera, compañeros de viaje en la fallida
investidura, fuera del centro del tablero electoral. Y no digamos si el
gran debate de la campaña se pacta entre Rajoy e Iglesias.
Desde luego motivos sobrados tiene el líder del PP para despreciar un
cara a cara con Pedro Sánchez. Primero porque en el anterior debate de
los comicios del 20-D Pedro Sánchez lo insultó -‘indecente’, le dijo- y
después porque se ha negado a hablar y pactar con él durante todo el
periodo de la investidura, lo que ha constituido un desprecio personal y
democrático a Rajoy y al PP. Además, tanto Sánchez como el PSOE, ya han
vuelto a decir que los socialistas nunca hablarán ni pactarán con el
PP. En ese caso ¿por qué Rajoy debería aceptar un debate con Pedro
Sánchez?
Si Rajoy acepta el debate con Iglesias dejando fuera a Sánchez la
furia del secretario general del PSOE y de sus adláteres se escuchará
hasta en Tierra de Fuego. Pero eso y las acusaciones de ‘pinza’ y todo
lo que quieran protestar, no impedirá la celebración de semejante debate
que se convertiría en el epicentro de atención de la campaña electoral.
Además semejante debate tendría una justificación política porque en
estas elecciones Podemos e IU van juntos, y sumando todos los votos
obtenidos por ambos en los comicios del 20-D están por delante del PSOE.
Y desde luego Rajoy no hará nada que le favorezca a Sánchez y motivos
tiene de sobra para ello.
Además PP y Podemos representan los programas más antagónicos del
espectro político en lo ideológico, económico, social e institucional.
De ahí el interés de semejante debate. Mientras que el programa del PSOE
y Ciudadanos está fijado en el documento que ambos firmaron antes del
debate de investidura en el Congreso de los Diputados.
En cuanto a Podemos e Iglesias creemos que no habría problema si se
les presenta la oportunidad que al parecer empieza a discutirse entre
los dirigentes de ambos partidos. De hecho en Podemos se dice que su
adversario es el PP y que su objetivo es dar el ‘sorpasso’ al PP sin
hacer mención alguna al PSOE. Partido con el que además mantiene ahora
la polémica sobre las listas del Senado.
Ahora bien, falta por ver que Rajoy se decida a entrar en los
debates, lo que no está nada claro porque el presidente del PP inició la
campaña con cierta apatía y muy pocas ganas de pelear. Pero está claro
que al PP le interesa el mano a mano con Podemos para agitar su ‘campaña
del miedo’ a Podemos y sobre todo para ningunear al PSOE.
(*) Periodista
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