MADRID.- Los cartageneros Federico Trillo y su hija, Marta Trillo-Figueroa Molinuevo, aspiran a
colocarse en el Consejo de Estado antes de las próximas elecciones
generales, que podrían suponer un vuelco político haciendo peligrar la
continuidad del exministro de Defensa al frente de la Embajada de España
en Reino Unido.
El portal especializado en turismo preferente.com había publicado ayer jueves que Marta Trillo podría convertirse en la número dos de
Turismo en la embajada de Londres, donde vive con su marido, que es
directivo de Santander UK. Pero parece que sus aspiraciones son otras y
que apuntan directamente, como las de su padre, al Consejo de Estado. La
hija de Trillo es letrada del Consejo de Estado en
excedencia desde hace unos años. Su reincorporación le permitiría,
incluso, trabajar como asistente de su progenitor.
En cuanto a Federico Trillo, fue colocado al frente de la Embajada de
Londres por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 y ha permanecido en el
puesto pese al escándalo de los pagos que recibió de la constructora Collosa
cuando era diputado. Ese caso, sin embargo, ha acabado con la carrera
política de la persona que le sustituyó como receptora de esos pagos, el
exparlamentario popular murciano Vicente Martínez-Pujalte, que está casado con la secretaria de Estado de Turismo y máxima responsable de esa materia en el ministerio, Isabel Borrego.
Un eventual cambio de Gobierno tras las elecciones del 26 de junio
pondría en peligro su continuidad como embajador. No es de extrañar, por
tanto, que haya empezado a buscar un nuevo acomodo en un órgano como el
Consejo de Estado que le garantiza mayor estabilidad, al margen de los
vaivenes políticos que puedan producirse.
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