Nada nuevo en el PP. El PP de Rajoy que acude a las elecciones lo
hace con los mismos candidatos y programa de los comicios del 20-D, a
los que han añadido el discurso del miedo a la coalición de Podemos con
IU para atemorizar a los españoles y ningunear a Sánchez y al PSOE. Dice
Rajoy que ‘el pacto electoral de los extremistas radicales no es bueno
para España’. Y Rivera, también subido al espantajo del miedo, añade:
‘vuelven los comunistas’.
A lo que el amigo de ‘naranjito’, el inefable Rafael Hernando del PP
-a quien su Partido debería amordazar como al trovador de Astérix-, se
suma diciendo: ‘comunismo a la cubana y a la bolivariana’. ¡Uy, que
miedo! ¡Que vienen los rojos! Y mientras tanto Pujalte investigado y
Felipe González con el Fandi, a la espera de que El País dé noticias de todo ello con motivo de su 40 aniversario.
O sea, entre el desconcierto de Sánchez, el culpable del pacto de IU
con Podemos al provocar nuevas elecciones, y las tonterías del miedo a
la suma de Podemos con IU, todo apunta que el 26-J volveremos a estar
más o menos como estamos y vuelta a empezar. Porque al superar tres
partidos la barrera de los 80 escaños (como sería el caso de PP, PSOE y
Podemos) puede que los dos primeros, PP y PSOE, pierdan escaños en una
decena de las provincias hasta el punto de que podrían bajar los tres
PP, PSOE y C’s y subir solamente Podemos, IU y sus ‘confluencias’.
Lo del discurso del miedo es un error que no sirve para nada. Y menos
cuando se acaban de celebrar elecciones hace cuatro meses y en ellas se
demostró que no hay miedo a Podemos porque les votaron más de cinco
millones de ciudadanos. Puede incluso que, al contrario, lo del miedo
acabe por convertirse en palanca de propaganda para la nueva coalición
de la izquierda radical y emergente.
De manera que lo que tiene que hacer Rajoy es presentar caras nuevas
en las cabeceras de sus listas –un nuevo número dos del PP por Madrid
como Pablo Casado-, renovar el programa y discurso político y cambiar la
imagen y la estética de la campaña. Porque si la tónica es la del vídeo
electoral -grabado en la Moncloa- presentado en estos días por Rajoy en
plan desaliñado y taciturno van listos los del PP.
En cuanto al discurso del miedo aún está por ver quién es el que
tiene miedo a los debates y quién va y quién no va. Y desde luego no
estaría nada mal un mano a mano entre Iglesias y Rajoy, por más que eso
no le guste a Sánchez. Ahora bien la explicación que el otro día dio
Rajoy sobre lo complicado y lo difícil que son esos debates es otra
prueba más de que Rajoy y su partido no están en forma y más bien
escasos de ideas por más que pregonen estar dispuestos a dar la batalla.
¿Con qué argumento, con qué líderes y novedad política y programática?
De momento no se ve nada especial. Y eso es algo que también les pasa a
Rivera y Sánchez -ambos presos de su pacto de investidura- que están
perdidos en la niebla y a remolque de la iniciativa que lleva Iglesias.
Ayer el líder de Podemos se sacó otro conejo de su inagotable
chistera y le propuso al PSOE un pacto electoral para impedir que el PP
controle el Senado, a lo que Sánchez inmediatamente dijo que ‘no’ porque
de lo contrario el PSOE ya habría saltado por los aires. Pero Iglesias,
cansino hasta la saciedad, insiste en decir a Sánchez que se lo piense
por el bien de la izquierda, el cambio y la Humanidad.
Y Sánchez otra vez teniendo que dar explicaciones, a la defensiva y a
remolque de Podemos al igual que ocurre con los líderes del PP y C’s,
porque en los llamados partidos constitucionalistas no hay novedades con
respecto a los comicios del 20-D. El único que ha cambiado ha sido
Podemos con su pacto con IU, y así ha tomado la delantera a todos los
demás, a los que solo se les ha ocurrido el discurso de miedo. Lo que
prueba que el miedo lo tienen ellos porque no saben lo que el 26-J les
puede pasar.
(*) Periodista
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