martes, 5 de abril de 2016

Varios adultos reciben en la Catedral los Sacramentos de Iniciación Cristiana de manos del obispo de Cartagena


MURCIA.- Siete adultos recibieron los Sacramentos de Iniciación Cristiana (Bautismo, Confirmación y Comunión) y cuatro más el de Confirmación de manos del Obispo de Cartagena, en una celebración que tuvo lugar en la Catedral.

Los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, que en el caso de los niños se administran de una manera progresiva, en los adultos la Iglesia Católica los administra en la misma celebración. Estos once adultos, pertenecientes a las parroquias de Santiago el Mayor, de Murcia, El Salvador, de Caravaca de la Cruz, San Antolín, de Murcia, Santiago el Mayor, de Totana, Nuestra Señora de la Asunción, de Villanueva del Río Segura, Santa María de Gracia, de Murcia y Sagrado Corazón de Jesús, de Cartagena, habían solicitado previamente a sus párrocos, y de forma voluntaria, recibir estos sacramentos.
“Hoy es un día de fiesta porque en vosotros, el Señor, está haciendo una bella historia”, les dijo Monseñor Lorca a los catecúmenos, a los que animó a leer la Palabra de Dios y a participar en la parroquia, viviendo la experiencia de fe con otros. 
Les invitó también a no dejarse llevar por la rutina y a otorgar siempre a Cristo el protagonismo; a vivir con alegría la fe; a salir al encuentro de los demás desde la caridad; y sobre todo a orar como medio para permanecer junto a Cristo y a encontrarse con Él en la Eucaristía.
A través del Bautismo los catecúmenos quedaron incorporados a la Iglesia, alcanzando en plenitud la filiación divina. A continuación, el Pastor Diocesano administró a los adultos el sacramento de la Confirmación y así, los catecúmenos, por primera vez y con pleno derecho, participaron en la Eucaristía recibiendo la Comunión, consumando así su iniciación cristiana.
Antes de finalizar la celebración, Monseñor Lorca les regaló una cruz para que nunca olviden que “el amor de Dios va expresado en la cruz, que ella sea vuestra compañera de viaje. No apaguéis la luz de Dios en vuestro corazón”.

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