CARTAGENA.- El Pleno del Parlamento autonómico aprobó este jueves con los votos
de la oposición que el Gobierno de Murcia dote de presupuesto la
ampliación del horario de apertura de la biblioteca regional a los
domingos y gestione directamente el servicio de fines de semana y
festivos que hace una empresa externa.
La decisión obedece a una enmienda a la totalidad del PSOE y Podemos a
una moción del PP que quería recuperar el presupuesto inicial para este
centro y hacer visible las consecuencias de las enmiendas de la
oposición a los presupuestos, que quitaron 215.000 euros a esa partida.
El portavoz de Podemos, Óscar Urralburu, justificó la redacción del
texto alternativo para que el Ejecutivo murciano asuma como personal
laboral propio a los 14 trabajadores externos que desarrollan su labor
cobrando en conjunto al año la mitad de los 140.000 euros del contrato,
que expira el próximo 31 de mayo.
Para Urralburu, la empresa concesionaria, Eulen, se lleva una
"mordida" de la mitad del presupuesto "por no hacer absolutamente nada
más que firmar los contratos y hacer liquidaciones", mientras los
empleados cobran un salario mensual de entre 257 y 773 euros.
Desde la bancada socialista, Emilio Ivars enmarcó la enmienda
conjunta con Podemos en la necesidad de que la biblioteca recupere la
situación previa "a los recortes" del Ejecutivo, que llevaron al cierre
de los domingos, a un descenso del 25% en personal y de un 33% en los
presupuestos en los últimos cinco años.
Por parte del PP, Javier Iniesta defendió la moción inicial porque
"vuelve a la casilla de salida" previa a las enmiendas parciales de la
oposición a la biblioteca con más visitas de España, a la que ha acusado
de intentar "tapar sus vergüenzas" defendiendo esta instalación cuando
crearon el problema. "Los que le han pegado fuego al monte, ahora
quieren apagar el fuego", sentenció.
El diputado de Ciudadanos Juan José Molina insistió en que la
enmienda parcial de la oposición ha permitido incrementar la partida
general para la biblioteca y reclamó al PP que "deje de buscar problemas
donde no los hay", porque el Ejecutivo puede hacer transferencias de
gasto y cubrir las necesidades de la instalación.
La consejera de Cultura, Noelia Arroyo, tildó la iniciativa aprobada
por PSOE, Ciudadanos y Podemos de "papel mojado" y consideró que los
trabajadores y usuarios de la biblioteca "merecen un respeto y que no se
les engañe".
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