viernes, 8 de abril de 2016

Los inspectores del Banco de España presionados para deshacer su asociación / José Hervás *

Las espadas siguen en alto de cara a la asamblea que tiene convocada la Asociación de Inspectores del Banco de España para el próximo lunes. La tensión entre los técnicos y sus jefes ha subido de tono en los últimos meses. Sobre todo, después de que el Tribunal Supremo confirmara dos sentencias de las Audiencias de Valencia y Oviedo que obligaban a Bankia a devolver a dos accionistas el dinero que invirtieron.

La sen­tencia del Supremo con­si­dera que exis­tían graves inexac­ti­tudes en el fo­lleto de la oferta pú­blica de tí­tulos de la en­ti­dad.

El Supremo, además de re­chazar los re­cursos de Bankia sobre el fondo de la cues­tión, como era la de­vo­lu­ción del di­nero in­ver­tido en las ac­cio­nes, re­cha­zaba que la causa penal pen­diente en la Audiencia Nacional pu­diera pa­ra­lizar las re­cla­ma­ciones in­di­vi­duales en la vía ci­vil.

Tras esta sen­ten­cia, el co­lec­tivo de ins­pec­tores del su­per­visor fi­nan­ciero es­pañol pe­día, a través de un co­mu­ni­cado, la di­mi­sión, entre otros, del Subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, por haber par­ti­ci­pado en el pro­ceso de au­to­ri­za­ción de la co­lo­ca­ción de las ac­ciones de Bankia.

En con­creto, entre los pro­fe­sio­nales de la ins­pec­ción del Banco de España se re­cuerda que Restoy, como vi­ce­pre­si­dente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, pre­sidió la co­mi­sión que au­to­rizó desde la CNMV la sa­lida a bolsa de Bankia. El en­tonces pre­si­dente del su­per­visor de los mer­ca­dos, Julio Segura, no lo pudo hacer al estar dado de baja por en­fer­me­dad.

Tres meses antes de emitir este co­mu­ni­cado, a fi­nales del mes de no­viem­bre, ya se había pro­du­cido otro en­fren­ta­miento entre la junta di­rec­tiva de la aso­cia­ción de ins­pec­tores del Banco de España y los má­ximos res­pon­sa­bles de la propia en­ti­dad. El Banco de España ha­bría des­au­to­ri­zado el in­forme de los dos pe­ritos apor­tados a la Audiencia Nacional, pe­ritos ins­pec­tores del Banco de España, Antonio Busquets y Víctor Sánchez Nogales, quienes ha­bían ase­gu­rado que las cuentas de 2010 y 2011, las for­mu­ladas bajo la pre­si­dencia de Rodrigo Rato, y las de 2012, ya con José Ignacio Goirigolzarri en la pre­si­den­cia, “tenían errores con­ta­bles y no re­fle­jaban la imagen fiel de la en­ti­dad”.

Si esto que di­jeron en su primer in­forme pro­vocó una enorme ten­sión en las más altas es­feras del Banco de España, la re­afir­ma­ción a prin­ci­pios de mes en un nuevo in­forme al juez de la Audiencia Nacional que lleva el caso Bankia, Fernando Andreu, de que las cuentas eran frau­du­len­tas, no solo ha reavi­vado el con­flicto, sino que lo ha agu­di­zado. Porque el juez puede de­cidir sobre la ac­tua­ción penal de los di­ri­gentes del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La imagen de la alta ad­mi­nis­tra­ción es­pañola se juega mucho en ello. Lógico que al­gunos no duer­man.

Además, las úl­timas con­clu­siones de Busquets y Sánchez Nogales, so­li­ci­tadas de nuevo por el ma­gis­trado Andreu, están re­dac­tadas in­cluso de forma más ta­jante que los tér­minos en los que se ex­pre­saron en los apro­xi­ma­da­mente 400 fo­lios de sus tra­bajos pre­vios. Compañeros suyos del Banco de España, con­si­deran que una vez fa­mi­lia­ri­zados con los tra­bajos en la Audiencia Nacional les ha re­sul­tado más fácil evitar parte de la jerga pro­fe­sional para ser más ro­tun­dos.

Sobre todo, a la hora de ase­gurar que no exis­tían tantas pro­vi­siones como se de­cían en el fo­lleto de co­lo­ca­ción de las ac­ciones de Bankia. En los es­tados fi­nan­cieros no apa­re­cían todas las pro­vi­siones que se de­cían que exis­tían. Una misma pro­vi­sión se tra­taba de aplicar a riesgos dis­tin­tos.

Lógico que au­menten las ten­sio­nes, justo ahora, días antes de que el pró­ximo lunes se ce­lebre una asam­blea de la aso­cia­ción de ins­pec­tores de la que po­dría salir un nuevo co­mu­ni­cado tan crí­tico con el ac­tual equipo gestor del Banco de España, como los úl­timos emi­ti­dos.

Según miem­bros de la aso­cia­ción de ins­pec­to­res, las pre­siones que re­ciben en la ac­tua­lidad son enormes y po­drían estar en­ca­mi­nados a hacer des­apa­recer la aso­cia­ción, o cuando menos el ac­tual equipo di­rec­tivo. Estos vienen aler­tando y mos­trán­dose crí­ticos con la cri­sis, in­cluso antes de que se des­en­ca­de­nara.

La his­toria de la crisis fi­nan­ciera está to­davía por es­cri­birse y los ins­pec­tores del Banco de España tratan de que la misma no se ter­gi­verse.


(*) Periodista

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