martes, 12 de abril de 2016

Elecciones y renovación obligada en el PSOE y el PP / Pablo Sebastián *

Desgobierno y corrupción es una mezcla explosiva en vísperas de las nuevas elecciones generales que son imparables y acaba de confirmar el portavoz parlamentario del PSOE Antonio Hernando al decir que el tiempo de las propuestas de Podemos se acabó y que el PP se ahorre sus ofertas al PSOE.

Y como el PSOE, con sus 90 diputados, tiene la llave para la formación del Gobierno, podemos afirmar que no hay resquicio para la formación de un Gabinete ‘in extremis’ como inútilmente propone Albert Rivera para parecer ‘el bueno de la película’. Mientras, Pedro Sánchez sigue desaparecido tras su fracaso en la investidura y sus negociaciones con Podemos, lo que tenía contento a Mariano Rajoy hasta que apareció el ministro de Industria Soria en los ‘papeles de Panamá’ y el presidente se esfumó. Al fondo, Pablo Iglesias mantiene su monólogo del gobierno de izquierdas con el que lleva meses tomándole el pelo al PSOE.

Sánchez ha perdido su temeraria batalla de la investidura y Rajoy ha perdido la batalla de la comunicación. Ahora enrarecida por el nuevo caso de presunta corrupción de su ministro Soria, quien desmiente la imputación panameña y le pide a la fiscalía que indague en Panamá lo que no será fácil porque la empresa investigada está en las Bahamas donde la opacidad es total. A lo que cabe añadir o recordar la frase de Plutarco sobre la mujer del César (y en el caso español como en los de Macri y Cameron), para decir que el político gobernante no solo debe de ser honesto sino también parecerlo.

Políticos irresponsables que han sido incapaces de formar Gobierno en plena crisis económica y desafío secesionista catalán y que se pelearon por el reparto del poder -los famosos ‘sillones’- en lugar de ocuparse del interés general del España. Y todos ellos enrocados en sus medias verdades porque si es cierto que el PP ganó las elecciones con sus 123 escaños, también es verdad que PSOE mas C’s suman 130, y ninguna de las dos partes suman mayoría para gobernar porque hacen falta tres.

¿Quién es el culpable? Da igual, no hay sitio para pactos ni ganas de que eso ocurra, ni química o simpatía personal entre quienes deben ser los firmantes del pacto, Sánchez y Rajoy. Entonces fuera máscaras y punto final a la legislatura del desencuentro nacional. Y allá el PSOE y el PP si pretenden acudir a nuevas elecciones con sus actuales dirigentes en un tiempo donde los sondeos electorales anuncian para el 26-J resultados y una aritmética parlamentaria tan diabólica como la del 20-D.

Diríase que en esta alocada carrera el primero que cambie de caballo -o de candidato- podrá ganar. Porque el tiempo de Sánchez y Rajoy está agotado y sus respectivos partidos y los ciudadanos se merecen una renovación que ofrezca credibilidad contra de la corrupción, garantías de la unidad de España y programas económicos y sociales razonables que permitan el crecimiento y la recuperación del empleo en el país.


(*) Periodista


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