MADRID.- Sacyr ha
vuelto al radar de los inversores. Tras el extraordinario desplome
sufrido hasta el 11 de febrero, la acción del grupo constructor y de
servicios ha subido alrededor de un 45%. De una tacada, la cotización de
la compañía ha saltado desde los niveles más bajos desde junio de 2013
hasta los de diciembre del año pasado. Según los analistas, en
circunstancias normales la reacción de Sacyr en el parqué puede tener
aún bastante recorrido. Ya depende cada vez menos del precio de petróleo
y de su inversión en Repsol, según publica hoy https://www.capitalmadrid.com.
"Está
entrando mucho dinero en el valor. Desde que empezó el mes de
marzo, el volumen de contratación prácticamente se ha duplicado
porque el mercado percibe que Sacyr está haciendo sus deberes en un
entorno difícil. Y luego ha ayudado un recorte menor de lo
esperado del dividendo de Repsol (de un 20%) y la recuperación
del precio del petróleo", aseguran en una de las firmas de bolsa más
activas en la compañía en los últimos días.
La reacción de Sacyr en Bolsa tiene por tanto un componente técnico (la capitalización bursátil llegó a caer hasta poco más de 700 millones de euros cuando la acción marcó los mínimos del año) y también uno estratégico. El mercado cree que la compañía (que el año pasado realizó ajustes por valor de 373 millones de euros por su participación en Repsol) tiene muchas posibilidades de continuar en la línea ascendente si la reactivación del precio del crudo (el lunes el barril de 'brent' superó los 40 dólares por barril por primera vez desde diciembre) se consolida.
Todas las recomendaciones que han emitido los analistas durante este mes de marzo han sido de compra, con precios objetivos que se sitúan entre los 2,99 y los 4 euros, muy por encima de los alrededor de 1,90 euros a los que cotiza Sacyr. Con un precio objetivo medio de 2,29 euros, el valor aún tiene un potencial alcista que sitúa alrededor del 15%. Y aunque ha corregido este martes, los descensos han sido suaves.
El anuncio de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha pedido a Sacyr información sobre cómo contabiliza su participación en Repsol apenas ha tenido impacto en el mercado. "No es la primera vez ni lo que desde luego más pueda preocupar a los inversores. Al fin y al cabo, no deja de ser un mero apunte contable sin impacto en la valoración del grupo", señalan en fuentes del mercado que destacan que ahora pesan más las buenas noticias.
La última es que el grupo ha recibido el encargo (a través de su filial Valoriza Agua) de diseñar y operar una desaladora en Omán por 1.200 millones de dólares. La planta tendrá una capacidad de agua desalada de 250.000 metros cúbicos al día y está previsto que esté operativa en 2018. Se trata de un nuevo logro de Sacyr en Oriente Medio, donde ya ha diseñado y construido más de un centenar de instalaciones.
En un escenario muy distinto al que provocó el desplome de la acción hasta mínimos de 2013, la mejor prueba del cambio de velocidad de Sacyr en Bolsa es que los inversores bajistas están reduciendo de forma drástica sus posiciones cortas en el valor. Ya sólo quedan tres con participaciones superiores al 0,5% en el capital. En total, las apuestas bajistas se sitúan ya por debajo del 5% del capital, muy lejos del 7,20% que tenía a mediados de enero, cuando las ventas azotaban con la máxima violencia.
La reacción de Sacyr en Bolsa tiene por tanto un componente técnico (la capitalización bursátil llegó a caer hasta poco más de 700 millones de euros cuando la acción marcó los mínimos del año) y también uno estratégico. El mercado cree que la compañía (que el año pasado realizó ajustes por valor de 373 millones de euros por su participación en Repsol) tiene muchas posibilidades de continuar en la línea ascendente si la reactivación del precio del crudo (el lunes el barril de 'brent' superó los 40 dólares por barril por primera vez desde diciembre) se consolida.
Todas las recomendaciones que han emitido los analistas durante este mes de marzo han sido de compra, con precios objetivos que se sitúan entre los 2,99 y los 4 euros, muy por encima de los alrededor de 1,90 euros a los que cotiza Sacyr. Con un precio objetivo medio de 2,29 euros, el valor aún tiene un potencial alcista que sitúa alrededor del 15%. Y aunque ha corregido este martes, los descensos han sido suaves.
El anuncio de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha pedido a Sacyr información sobre cómo contabiliza su participación en Repsol apenas ha tenido impacto en el mercado. "No es la primera vez ni lo que desde luego más pueda preocupar a los inversores. Al fin y al cabo, no deja de ser un mero apunte contable sin impacto en la valoración del grupo", señalan en fuentes del mercado que destacan que ahora pesan más las buenas noticias.
La última es que el grupo ha recibido el encargo (a través de su filial Valoriza Agua) de diseñar y operar una desaladora en Omán por 1.200 millones de dólares. La planta tendrá una capacidad de agua desalada de 250.000 metros cúbicos al día y está previsto que esté operativa en 2018. Se trata de un nuevo logro de Sacyr en Oriente Medio, donde ya ha diseñado y construido más de un centenar de instalaciones.
En un escenario muy distinto al que provocó el desplome de la acción hasta mínimos de 2013, la mejor prueba del cambio de velocidad de Sacyr en Bolsa es que los inversores bajistas están reduciendo de forma drástica sus posiciones cortas en el valor. Ya sólo quedan tres con participaciones superiores al 0,5% en el capital. En total, las apuestas bajistas se sitúan ya por debajo del 5% del capital, muy lejos del 7,20% que tenía a mediados de enero, cuando las ventas azotaban con la máxima violencia.
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