'Sacyr' anuncia recortes de plantilla por retroceso de facturación en el mercado doméstico

MADRID.- Dos de las grandes empresas constructoras españolas anunciaron recortes de plantilla ante el retroceso de la facturación prevista para este año debido a la incertidumbre política, que paraliza la licitación de obras públicas.

    Tras la contracción del sector sufrida desde el inicio de la crisis, en 2008, las empresas de infraestructuras esperaban que este año fuera el del relanzamiento, pero las previsiones apuntan a un retroceso de la facturación.
    Ante estas previsiones, la constructora FCC anunció un recorte del 15% de su plantilla poco después de que otra empresa, Sacyr, comunicara un ajuste del 30% del total de trabajadores.
    Responsables de estas empresas achacan a la incertidumbre sobre la formación de un nuevo gobierno como una de las responsables de la parálisis del sector.
    "La licitación pública está parada y en los ministerios hay una sensación de interinidad en la que no se toman decisiones relevantes de inversión", dijeron fuentes del sector.
    FCC justificó el recorte anunciado el pasado viernes y que afecta a un total de 750 trabajadores diciendo que el continuo descenso de la construcción de infraestructuras que se viene registrando en España no se compensa con la mayor actividad internacional. Este es el tercer ajuste que realiza en tres años FCC, controlado por Carlos Slim y Esther Koplowitz, que afectaron a un total de 1.717 empleados. El último recorte es el primero que aborda desde la entrada del mexicano Slim en su capital. Al cierre de 2015 FCC acumuló ocho ejercicios consecutivos de descensos. 

 El ajuste de Sacyr anunciado hace unas semanas afectará a 400 empleados y la empresa también lo achacó al desplome en el mercado doméstico. Actualmente las seis grandes constructoras españolas -FCC, Sacyr, ACS, Acciona, Ferrovial y OHL- solo tienen ya el 11% de su cartera de obras en España, mientras que los proyectos internacionales multiplican por siete a los proyectos nacionales. 

En 2015 su cartera de obras pendiente de ejecutar en España cayó un 17% respecto al año anterior. El empleo en el sector cayó en España a causa del estallido de la burbuja inmobiliaria desde los 2,9 millones de puestos de trabajo en 2008 a los 1,2 millones en 2015. Entre 2009 y 2012, periodo en el que se produjeron buena parte de los despidos, la licitación pública se desplomó un 83% al pasar de los cerca de 35.000 millones de euros a los casi 6.000 millones. El sector ha pasado de aportar cerca de 28.000 millones de euros al Producto interior bruto (PIB) en 2008 a cerca de 13.000 millones el año pasado.