MURCIA.- “Testigos fieles de la misericordia. ¿Quién no se emociona ante esta enorme responsabilidad para la que hemos sido llamados, para ser testigos de la Redención?”. Así comenzaba hoy su homilía el obispo de Cartagena durante la celebración de la Misa Crismal, la magna celebración en la que más de 250 presbíteros diocesanos han renovado sus promesas sacerdotales y donde se consagra el Santo Crisma y los óleos con los que se ungirá a los catecúmenos y enfermos. En la celebración han participado además los seminaristas del Seminario Mayor de San Fulgencio, del Menor de San José y del Misionero Redemptoris Mater.
Acompañado
por el Arzobispo Emérito de Burgos, el murciano Francisco Gil Hellín, el obispo de Cartagena ha animado a los sacerdotes a ser fieles a su
ministerio “con una vida probada en la oración, en la santificación y en
la pasión por anunciar a Cristo”.
Lorca Planes ha pedido a Dios
que conceda al presbiterio diocesano “los mismos sentimientos de Cristo”
por las personas que les han sido encomendadas: “sentimientos de
ternura y compasión; de capacidad de compadecerse; así como la cercanía a
los heridos de este mundo para curarles con la medicina de la
misericordia y prontitud para liberarles de las ataduras del pecado”.
“Un buen sacerdote expone la Buena Nueva con la palabra y con la vida,
con una fe sólida, movido por la compasión y la misericordia del Buen
Pastor”, explicaba.
El obispo ha hablado también de las
peregrinaciones a la Catedral de las ocho zonas pastorales con motivo
del Año Extraordinario de la Misericordia y del trabajo que se está
realizando en todas las parroquias para trabajar sobre las bases del
nuevo Plan Diocesano de Pastoral: “Espero que dé mucho fruto con la
aportación de todos y anhelo el encuentro final de trabajo el día 17 de
abril, al que se han invitado a los consejos de pastoral, grupos y
movimientos”.
El pastor de la Iglesia Diocesana ha pedido a los
fieles que recen por los sacerdotes, especialmente por los enfermos y
ancianos y los que han fallecido este curso. También ha tenido un
recuerdo especial por los presbíteros que participaban por primera vez
en esta Misa Crismal, los once sacerdotes ordenados el pasado año.
Al
finalizar la homilía, los presbíteros han renovado junto al obispo
sus promesas sacerdotales. Durante la plegaria eucarística, Lorca
Planes ha bendecido el óleo de enfermos y al finalizar la oración de después de
la comunión ha bendecido el óleo de los catecúmenos y ha consagrado el
Santo Crisma, derramando aromas sobre el aceite. Con este Crisma serán
ungidos los bautizados, confirmados y los ordenados para el ministerio
sacerdotal; también se consagrarán con él los altares y las iglesias.
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