miércoles, 9 de marzo de 2016

La ex ministra Narbona ve los problemas en "el desarrollo posterior y la gestión" del Ente Público del Agua

CARTAGENA.- La exministra de Medio Ambiente Cristina Narbona ha afirmado este miércoles en su comparecencia ante la comisión que investiga en la Asamblea Regional la desaladora de Escombreras, que la reforma de la Ley de Aguas de 2005 pretendía "disciplinar" los planeamientos urbanísticos con el informe "previo vinculante" de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que eran eludidos por el Ente Público del Agua (EPA) para otorgar certificaciones con la desalinizadora "virtual" de Escombreras.

En la comparecencia ante la Comisión Especial de Investigación de la Desalinizadora de Escombreras, Narbona ha afirmado que las certificaciones del EPA, que han sido "tumbadas por los tribunales", no tenían, a su juicio, "nada que ver con garantizar el suministro a los ciudadanos, sino a un desarrollo urbanístico especulativo. La CHS no negaba el agua, sino que establecía un horizonte de disponibilidad", ha sentenciado.
Para la exministra, el Gobierno central, tras reformar la Ley de Suelo de 1998, introdujo en el artículo 25 la obligatoriedad de pedir el informe a la CHS sobre acceso a nuevos recursos hídricos porque era "la única herramienta para establecer un mecanismo de sosiego" en los planes urbanísticos municipales, y en la ordenación del territorio, que depende de la Administración autonómica.
Narbona ha aclarado que su conocimiento sobre la planta de Escombreras es "muy escaso" porque el Gobierno regional no pidió la autorización para producir agua desalada hasta 2009, un año después de dejar el Ministerio, aunque ha aclarado que el "problema" no fue la ley que creó el EPA, sino "el desarrollo posterior y la gestión" que se ha hecho del proyecto respecto a iniciativas privadas.
La exministra ha justificado ese desconocimiento porque, según ha afirmado, el gobierno regional no quería que el ministerio participase en el Consejo de Administración ni en el Asesor del EPA, al tiempo que ha indicado que "no hay ninguna razón" para que un proyecto privado de construcción de la planta acelere su puesta en marcha, puesto que los "trámites y autorizaciones son los mismos".
En su comparecencia, la exministra ha recordado cómo era la situación cuando ella estaba al frente del ministerio y cómo se motivaron algunas de las decisiones que se tomaron. Narbona ha asegurado que luchó para que no faltara agua en la Región y que no cedió "a las presiones para cerrar el Tajo-Segura".
Narbona, además, ha recordado el rechazo que sufría en esta Región tras la derogación del Trasvase del Ebro: "Yo sufrí agresiones físicas y verbales en Murcia, escraches, pero no dejé de venir".

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