En esta semana más de treinta asociaciones y diferentes colectivos de la
Región de Murcia se han constituido en una Alianza Ciudadana por la
Calidad de la Docencia Universitaria y en Defensa de lo Público y de la
Equidad presentando públicamente un manifiesto que han ratificado con su
firma individual cerca de 2.000 ciudadanos.
Esta iniciativa
ciudadana surge como respuesta al espectáculo bochornoso, insólito y
poco edificante que, desde hace años, está ofreciendo el Gobierno
regional del Partido Popular (PP) en la regulación de las prácticas
clínicas en los centros del Servicio Murciano de Salud (SMS) de los
estudios de la Universidad pública (UMU) y en la firma de convenios, en
los mismos centros, con una Universidad privada (la UCAM).
La
formación de un profesional sanitario (medicina, enfermería,
fisioterapia, farmacia, etc.) supone una importante inversión de
recursos por la elevada cualificación y adquisición de competencias
complejas con supervisión completa y detallado currículo práctico. Por
esa razón la propia Ley General de Sanidad de 1986 estableció el uso de
la estructura sanitaria pública del Sistema Nacional de Salud (SNS) como
garantía para que los estudiantes de los centros públicos
universitarios se formasen y sus profesores se vinculasen o asociasen
adecuadamente.
De ahí la lógica de que la estructura sanitaria pública
de la región, de gran calidad, financiada con la fiscalidad regional
solidaria, se dedique a la formación de los estudiantes de la
Universidad pública, de la UMU. Por otra parte, también la lógica de los
negocios implica que si se quiere iniciar una actividad lucrativa en
esta materia se cuente con o se creen hospitales privados a tal efecto.
Sólo una vez cubiertas adecuadamente las necesidades de formación de los
estudiantes de la UMU se podría valorar la posibilidad de colaboración
de centros del SMS con Universidades privadas.
Pues bien, la
consejería de Sanidad de la Región de Murcia impone una lógica diferente
que sitúa los intereses de la UCAM por encima de los públicos. La
consejería ofrece a la UMU vincular sólo tres hospitales de Murcia
ciudad y sus centros de salud, de los nueve hospitales con que cuenta el
SMS, eliminando los hospitales del Rosell y Santa Lucía de Cartagena,
que cuentan desde hace tiempo con profesores de la UMU vinculados y
asociados. Además empeora la situación para enfermería al vincular sólo
un área de salud, la del Hospital Virgen de la Arrixaca. El resto de la
estructura sanitaria del SMS sería para la UCAM, incluso en los tres
centros hospitalarios de Murcia se acepta el que sigan acudiendo alumnos
de la UCAM bajo una fórmula de excepcionalidad eterna. Con ello se
constata quien manda en la Región de Murcia con el PP, la simbiosis
PP-UCAM con el inmenso negocio formador y mediático de la UCAM.
El
tema no es nuevo. Ya hace años que se dan y denuncian incidentes en las
prácticas de enfermería de los estudiantes de la UMU al toparse cuando
acuden a prácticas con que sus plazas están ocupadas por estudiantes de
la Universidad privada. El inicio de este curso académico fue tormentoso
en Medicina por darse el mismo problema. Se postergó su solución por la
venida del rey a la inauguración coincidiendo con el Centenario de la
creación de la UMU.
Como expresa el Manifiesto de la Alianza
Ciudadana por la Calidad de la Docencia Universitaria la irresponsable
política de hechos consumados de la consejería de Sanidad, la
utilización de instalaciones asistenciales del SMS por la UCAM a un
precio irrisorio y la OPA hostil que la UCAM ha hecho a los facultativos
de la sanidad pública para que colaboren en la docencia privada están
poniendo en grave riesgo la calidad docente de los alumnos de la UMU y
supone de facto un expolio de recursos públicos, incrementando la
desigualdad que ya existe en nuestra región.
El papel desempeñado
por la consejera de Sanidad, Encarna Guillén, anteriormente profesora
de la UCAM, ha sido el de favorecer a la UCAM en detrimento de la UMU.
De ahí que mientras la Junta de Facultad del martes 15 de marzo
rechazaba la propuesta de Concierto SMS-UMU por cercenar los derechos y
la calidad en la formación de los estudiantes, en la celebrada dos días
más tarde, el jueves 17 de marzo, se aprobase bajo la argumentación de
que es un mal menor y que habrá que esperar tiempos mejores para
remontar esta situación de inferioridad. Inaceptable el chantaje
ejercitado por el Gobierno del PP a la UMU.
La dimensión política
del asunto hace imprescindible que la sociedad civil acuda en defensa de
la Universidad pública. Hay que intentar equilibrar las condiciones de
negociación. Apoyando esta Alianza Ciudadana estamos contribuyendo a
evitar la saturación de estudiantes en centros asistenciales, a proteger
la intimidad y confidencialidad de los pacientes, a mejorar la calidad
de formación de los estudiantes, a una mayor equidad en el acceso a la
formación universitaria y a la defensa de lo público.
(*) Catedrático emérito en la Facultad de Medicina de la UMU
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