Pablo Iglesias da un paso atrás y tres hacia delante. Renuncia a ser
el vicepresidente de un Gobierno con el PSOE pero insiste en el Gobierno
‘a la valenciana’ sin Ciudadanos, mantiene el referéndum catalán y la
presencia de otros dirigentes de Podemos en el gobierno de Sánchez con
Vicepresidencia incluida para ellos.
El movimiento de Iglesias en el tablero es un ‘gambito de Reina’, da
su cabeza para ganarle la partida al PSOE porque el ‘Rey blanco’ a batir
no es Rajoy sino Sánchez y su héroe Tsipras.
Además su retirada le
sirve a Iglesias para culpar al PSOE del fracaso del Gobierno de las
izquierdas de cara a las elecciones.
Pedro Sánchez ha perdido su último
tren para un Gobierno tripartito con PSOE, C’s y Podemos. Sólo le queda
el pacto con el PP o las elecciones el 26 de junio. En ambos casos mal
para él.
(*) Periodista
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