viernes, 11 de marzo de 2016

Engaños del poder / Ramón Cotarelo *

Los análisis políticos suelen ser muy ideológicos, pero también pueden ser puramente lógicos. Es cuestión de ver lo que hay y no lo que uno quiere que haya.

Mariano Rajoy no quiere someterse al control del Parlamento. Es lógico para alguien que no lo ha hecho en los últimos cuatro años ya que su mayoría abolutísima lo liberó de esa tortura democrática y la inutilidad de la oposición en la oposición hizo el resto. Y ello sin contar con su comprobada tendencia a la holgazanería. Pero esta lógica, siendo humana, no es admisible porque falta a la lógica institucional. En un sistema parlamentario ningún poder del Estado puede estar libre de la fiscalización del Parlamento, que es el órgano supremo de poder. El gobierno no puede decidir por sí mismo sus normas de organización; eso compete al Parlamento. Esa tontería del informante del gobierno de que pedir explicaciones a Rajoy sea como pedírselas a Felipe González da verdadera vergüenza. Felipe González es un ciudadano privado (aunque, como se ve, sigue ganando batallas después de muerto) mientras que Rajoy es el presidente del gobierno. Del gobierno. Y el Parlamento es competente para controlar al gobierno. Al gobierno, esté en funciones, en disfunciones (lo que es más probable) o en su lugar descansen. Es el gobierno y tiene que hacer lo que el Parlamento ordene. Si no fuere así, el Parlamento podrá declararlo en rebeldía y privarlo de sus funciones políticas, además de pedir a los jueces que decreten su prisión.

Los Reyes pronuncian la palabra de seis letras, como su modelo Ubu. Y los cortesanos pierden el culo por recordar que siempre han señalado cuán cercanos, cuán próximos a los ciudadanos, a ti y a mí, al común de los mortales, son los Reyes. Son seres normales, de carne y hueso, como tú y como yo. Y por eso dicen "mierda", como tú y como yo, porque nada humano nos es ajeno. Sí, pero no. La justificación no funciona. La Reina no puede escribir "mierda" se ponga como se ponga. Porque mira el escándalo y eso con trabajo de ocultación cortesana. Los medios, los partidos, no hablan de esto. Eso demuestra que lo de la igualdad es falso. Y es lógico que lo sea: si la Reina es igual a nosotros, a ti y a mí, y al señor de la esquina, ¿por qué es Reina? Claro, esto afecta a la lógica misma de la Monarquia, que todavía tiene menos defensa.

Los diputados cobran subsidios de paro de escándalo. Mato, Madina y los otros sesenta y tantos, si de verdad están en paro, que se apunten al paro, como cada hijo de vecino. Y eso suponiendo que estén desempleados porque toda está gente se mueve en un profuso entramado de amistades, enchufes, influencias, favores mutuos y, si quiere, encuentra trabajo de lo que quiera y, además, sin hacer nada. La política representativa no es un oficio ni un empleo sino un cargo voluntario, no genera relación laboral ni su carencia supone derecho a percibir ningún tipo de subsidio. Y mucho menos esas cantidades desorbitadas con las que vivirían familias enteras. La vida activa de los políticos implica una serie de privilegios y tiene su lógica que también lo implique la vida pasiva. Es logico, por un lado, según la lógica pedestre de que "quien tuvo, retuvo", pero es muy irritante por otro.

Los amigos de Podemos sin saber qué hacer con los pactos. Es muy arriesgado criticar a Podemos, incluso ahora que forman parte del poder y ya no son contrapoder, porque salen los verdaderos creyentes de debajo de las piedras, una horda de fanáticos, a linchar críticos, todos ellos submarinos del PSOE y otras fuerzas del mal. La orden hoy es cerrar filas negando que haya tensiones internas en la organización. Solo que sea preciso negarlas ya quiere decir algo. Pero si se observa que la organización no sabe qué va a hacer con las negociaciones, si seguir con ellas o cortarlas en seco, se echa de ver que esas tensiones internas que no existen consumen muchas energías. Porque todavía han de pronunciarse sobre si aceptan negociar o dan un puntapié al tablero y lo mandan todo a nuevas elecciones. Negociar es lógico; ir a nuevas elecciones, también. Lo que no es lógico pretender ambas cosas al mismo tiempo.

Los del PSOE tienen que decidir entre el PP y Podemos. Al menos, a Felipe González le da igual cualquiera de lo dos. Y es lógico. Para González. Y probablemente para mucha más gente. Pero no toda. Otros encontramos preferible que el PSOE elija a Podemos. También es lógico. Así que, en virtud de esa lógica sería estupendo que hubiera un gobierno de izquierda en España y ya se sabe que tampoco será muy de izquierda. El problema es si lo que quiere Podemos es cargarse al PSOE y no aliarse con él. En ese caso es lógico que vaya a nuevas elecciones. Aunque puede ser la lógica del Rey Creso de Lidia quien preguntó al oráculo en Delfos qué sucedería si cruzaba el Halis y atacaba a Persia, a lo que la Pitia contestó que "destruiría un gran imperio", sin precisarle que sería el suyo. 

Es la llamada lógica délfica.
 
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

No hay comentarios: