sábado, 6 de febrero de 2016

Sánchez e Iglesias mantienen sus dudas / Pablo Sebastián *

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no han llegado a un acuerdo para el inicio de negociaciones entre el PSOE y Podemos de cara a la posible formación de gobierno entre ambos partidos. Esa decisión no ha sido posible porque Iglesias se niega a negociar hasta que Sánchez no se decida a escoger entre Podemos y Ciudadanos porque considera, y no le falta razón desde su punto de vista, que no puede haber contactos simultáneos con ambos partidos. Máxime cuando Podemos ya ofreció al PSOE un acuerdo de Gobierno de coalición.
Sin embargo Sánchez no ha aceptado el ultimátum de Iglesias y espera agotar sus conversaciones exploratorias con el PNV y ya veremos si con el PP. Porque al ser el candidato oficial a la investidura es Sánchez quien debe llamar a Rajoy y no al revés como ha dicho, añadiendo que descarta cualquier acuerdo con el PP. Entonces ¿para que le va a llamar Rajoy?
¿Por qué teme Sánchez el encuentro con Rajoy? No se entiende, pero lo teme porque si en un momento dado Rajoy le dice que para lograr un gran acuerdo de gobierno nacional entre PP, PSOE y Ciudadanos él ‘no será un obstáculo personal para la formación de ese gobierno, es decir le ofrece retirarse de la presidencia como concesión del PP, en ese caso la presión de la ‘vieja guardia’ del PSOE sobre Sánchez será mas dura y puede que mas eficaz.
Pero mientras se despeja la incógnita del posible encuentro de Sánchez con Rajoy, tenemos que analizar los encuentros preliminares que el secretario general socialista ha celebrado con Albert Rivera y Pablo Iglesias. Con Ciudadanos Sánchez ha detectado muchas posibilidades de acuerdo programático y por ello ambos han decidido crear unos grupos de trabajo para definir un programa de Gobierno. Sin embargo entre ambos partidos no tienen mayoría suficiente. Suman 130 (7 mas que el PP), y además tienen en contra los votos de Podemos y del PP con lo que esa opción es matemáticamente inviable.
La entrevista de Sánchez con Podemos también revela zonas de posible acuerdo entre PSOE y Podemos, aunque las diferencias entre ambos son mas importantes que las que separan a Sánchez de Rivera. Además está de por medio la cuestión, reiterada por Iglesias, de la pretensión del líder de Podemos de asumir la vicepresidencia y la mitad de los ministerios del nuevo gobierno, cuestión que ha levantado un sonoro revuelo en el seno del PSOE.
Y todo ello a sabiendas Sánchez e Iglesias que entre ambos partidos y con IU, e incluso PNV y Coalición Canaria sumarían 168 escaños (PSOE 90, Podemos 69, PNV 6, IU 2 y CC 1), con lo que les faltan 8 escaños para la mayoría absoluta (176). Aunque Sánchez podría conseguir la investidura si ERC y DiL se abstienen o se ausentan de la votación en el Congreso, algo que le han ‘prohibido’ en su partido. Y una estrategia que Sánchez diseñó cuando facilitó a ambos partido independentistas la creación de grupo parlamentario en el Senado.
Sin embargo para culminar ese acuerdo de coalición entre Podemos y PSOE hacen falta mas requisitos: que las bases del PSOE (y Podemos) lo ratifiquen; y que el Comité Federal socialista también lo avale. Lo que parece complicado por varias razones: porque está de por medio la pretensión de Podemos de un referéndum de autodeterminación en Cataluña; porque ese será un gobierno con escasa cohesión interna y posiciones ideológicas diferenciadas; y porque para aprobar leyes en la legislatura hará contar, en muchos casos con ERC y Dil,.
No en vano y en realidad el pretendido Gobierno de coalición del que habla Iglesias con tanto entusiasmo no solo será cosa de Podemos y PSOE sino que su estabilidad dependerá en muchos casos de varios partidos mas como son: En Comú, Compromis, Mareas, PNV, IU, ERC y DiL. En total son ¡nueve! Los partidos que debe garantizar durante toda la legislatura la estabilidad de ese Gobierno. Y eso al día de hoy nadie lo ve viable en el PSOE y asombra que Sánchez tampoco lo vea.
Quien si lo ve aunque disimula es Iglesias quien en su fuero interno está convencido de que el gobierno de coalición con el PSOE es de todo punto imposible. Pero Iglesias quiere que sea Sánchez quien rompa la relación para culpar al PSOE del fracaso de un gobierno de izquierdas de cara a una nueva campaña electoral. De manera que Sánchez no tiene nada fácil su ambición de llegar a la Moncloa y si fracasa en el intento ello le puede costar caro e él y al PSOE, donde los nervios ya están a flor de piel.


(*) Periodista


No hay comentarios: