miércoles, 3 de febrero de 2016

Ningún banco español quiere más fusiones ahora

MADRID.- Los actuales responsables del Banco de España insisten en una nueva ronda de fusiones. Bruselas elogia el rescate acometido en 2012 bajo el Gobierno de Mariano Rajoy y cuestiona las críticas del exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Pero los banqueros se resisten a acometer un nuevo proceso de reestructuración, consideran que el tamaño actual del sector es el adecuado y tan sólo barruntan algunas operaciones si los bajos tipos de interés minan aún más los ingresos y los márgenes de algunas de las entidades más débiles. Eso sí, el baile de fu­siones no será ni in­me­diato ni tan in­ten­sivo como el vi­vido en los úl­timos años, según publica hoy www.capitalmadrid.com

Los cons­tantes men­sajes del go­ber­nador del Banco de España, Luis María Linde, y del sub­go­ber­na­dor, Fernando Restoy, sobre la ne­ce­sidad de nuevas in­te­gra­ciones de bancos para me­jorar en efi­ciencia y ren­ta­bi­lidad han caído en saco roto. La ma­yoría de los pre­si­dentes de los bancos es­pañoles se mues­tran algo más que rea­cios a una nueva ronda de in­te­gra­cio­nes, al menos de ma­nera in­me­diata.
De poco ha ser­vido el elo­gioso in­forme de la Comisión Europea sobre la cul­mi­na­ción exi­tosa del pro­grama de asis­tencia fi­nan­ciera, como se ha en­car­gado de hacer pú­blico el Ministerio de Economía en el que aún per­ma­nece en fun­cio­nes, y sin in­ten­ciones de con­ti­nuar ante la for­ma­ción de cual­quier nuevo Gobierno, Luis de Guindos.
En todo caso, las con­clu­siones de Bruselas llegan justo en medio de las crí­ticas pro­fe­ridas por el an­te­rior go­ber­nador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, sobre cómo se ges­tionó toda la crisis ban­caria es­pañola por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Las crí­ticas de MAFO han sen­tado mal en el sec­tor, pero los má­ximos res­pon­sa­bles de los bancos que so­bre­viven tras la crisis pre­fieren guardar si­lencio en pú­blico sobre lo dicho o lo es­crito por el siempre po­lé­mico go­ber­na­dor. "No tengo nin­guna opi­nión porque no he leído su li­bro", se es­cu­daba este lunes el pre­si­dente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri. Por su parte, la pre­si­denta del Santander, Ana Botín, evi­taba pro­nun­ciarse al res­pecto la se­mana pa­sada.
En pri­vado, al­gunos de los pro­ta­go­nistas de las más im­por­tantes fu­siones aco­me­tidas en los úl­timos años re­co­nocen que hubo cierta pre­sión por parte de los dis­tintos go­biernos de turno, tanto el de José Luis Rodríguez Zapatero como el de Mariano Rajoy, para abordar de­ter­mi­nadas ope­ra­cio­nes. Pese a todo, con­si­deran que su­po­nían opor­tu­ni­dades para sus en­ti­dades y una vía para evitar un co­lapso del sector ante la des­con­fianza de los mer­cados sobre la banca es­pañola.
Una vi­sión muy dis­tinta es la que la ma­yoría de los ban­queros man­tienen ante una nueva ronda de in­te­gra­ciones o fu­siones que, en un prin­ci­pio, se había plan­teado por los res­pon­sa­bles del Banco de España para el ac­tual ejer­ci­cio, una vez ce­le­bradas las elec­ciones ge­ne­rales que no han di­bu­jado un pa­no­rama po­lí­tico es­ta­ble.

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