CARTAGENA.- La escultura de la Virgen del Rosell, de
Cartagena, patrona de la ciudad hasta 1723, cuando fue sustituida en el
patronazgo por la de la Caridad, será declarada bien de interés cultural
en el Consejo de Gobierno del próximo miércoles.
Así lo ha anunciado hoy la consejera de Cultura, Noelia Arroyo, durante su visita a la iglesia de Santa María de Gracia, en cuyo altar mayor se rinde culto a la talla junto a los cuatro santos tallados por Francisco Salzillo.
La talla, datada entre los siglos XIII y XV, aunque varios investigadores mantienen discrepancias sobre la época exacta, es de madera policromada y bulto redondo y responde al prototipo de esculturas marianas típicas de la Edad Media, sentada en un trono y sosteniendo una rosa en la mano derecha y en su regazo al Niño Jesús, quien porta el orbe del mundo.
Es un modelo iconográfico muy repetido en las vírgenes de la Reconquista, como ocurre también con la Virgen de la Arrixaca, de Murcia, a la que se rinde culto en una de las capillas de la iglesia de San Andrés, de Murcia, y que, al igual que le sucedió a la del Rosell, fue sustituida en el patronazgo por una talla barroca, la de la Fuensanta.
La policromía original de la del Rosell no se conserva y la actual es producto de sucesivos repintes realizados durante los siglos XVI y XVIII.
Así lo ha anunciado hoy la consejera de Cultura, Noelia Arroyo, durante su visita a la iglesia de Santa María de Gracia, en cuyo altar mayor se rinde culto a la talla junto a los cuatro santos tallados por Francisco Salzillo.
La talla, datada entre los siglos XIII y XV, aunque varios investigadores mantienen discrepancias sobre la época exacta, es de madera policromada y bulto redondo y responde al prototipo de esculturas marianas típicas de la Edad Media, sentada en un trono y sosteniendo una rosa en la mano derecha y en su regazo al Niño Jesús, quien porta el orbe del mundo.
Es un modelo iconográfico muy repetido en las vírgenes de la Reconquista, como ocurre también con la Virgen de la Arrixaca, de Murcia, a la que se rinde culto en una de las capillas de la iglesia de San Andrés, de Murcia, y que, al igual que le sucedió a la del Rosell, fue sustituida en el patronazgo por una talla barroca, la de la Fuensanta.
La policromía original de la del Rosell no se conserva y la actual es producto de sucesivos repintes realizados durante los siglos XVI y XVIII.
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