CARTAGENA.- La Oficina de Impulso Socioeconómico del Medio Ambiente y la
Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) supervisaron ayer sobre el
terreno en Isla Grosa la campaña de anillamiento de aves realizada por
esta organización, con la que está prevista la firma de un nuevo
convenio para el desarrollo de un programa de marcaje y conservación de
aves marinas y paseriformes.
La Isla Grosa y El Farallón presentan un valor ecológico muy alto por
la variedad de hábitats representados, la importancia para la
reproducción de aves marinas y como punto de paso para aves migratorias,
además de por su valor paisajístico. Están declaradas Zonas de Especial
Protección para las Aves (ZEPA) y su plan de gestión fue aprobado por
decreto en 2010. En el entorno marino, la gran protagonista es la
pradera de posidonia ('Posidonia oceanica'), densa, homogénea y con un
buen estado de conservación, lo que se traduce en una excelente calidad
de las aguas, que albergan gran diversidad de especies marinas
atractivas para el buceo.
La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, a través de la
mencionada Oficina, lleva a cabo una serie de actuaciones en Isla Grosa,
tales como la adecuación de infraestructuras para el servicio de
vigilancia y conservación de especies protegidas, el suministro,
saneamiento y mejora de cubiertas de las instalaciones y sistema de
recogida de aguas en aljibe.
En breve se iniciará el arreglo del pantalán de desembarco,
deteriorado por los temporales, la instalación de un sistema de vídeo
vigilancia, así como de boyas para fondeo de barcos, con el fin de
evitar los daños causados por los anclajes.
Medio Ambiente realiza durante todo el año labores de control para
evitar el desembarco en la isla y ordenar el fondeo, las actividades
subacuáticas y la navegación. Estos esfuerzos se intensifican durante la
época estival al incrementarse el número de barcos que se aproximan a
estos islotes.
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