miércoles, 20 de enero de 2016

La banca tendrá que incrementar sus garantías a los créditos / José Hervás *

El Banco Internacional de Pagos de Basilea tiene muy avanzado el proyecto para las nuevas exigencias de ponderación del riesgo de los créditos concedidos a su clientela. La estimación inicial es que la banca española sea una de las más afectadas entre el sector de la Unión Europea debido al peso específico que tiene en su balance el sector inmobiliario.

Lo que pre­tende el Comité de Basilea es que los bancos ga­ran­ticen más la parte de su riesgo vin­cu­lada con los cré­ditos in­mo­bi­lia­rios. La norma es igual para todos los paí­ses, pero la banca es­pañola de­berá verse más afec­tada porque el sector in­mo­bi­liario tiene un peso mayor que en la media de sus com­pe­ti­do­res.

La me­dida no pilla por sor­presa. El Banco de España ha ve­nido aler­tando de la caída de las pro­vi­siones de los cré­ditos in­mo­bi­lia­rios. Ya en el 2014, en su Informe de Estabilidad Financiera avi­saba de las es­casas pro­vi­siones con que cuentan las hi­po­te­cas. Se pre­gun­taba cómo era po­sible que la tasa de mo­ro­sidad si­guiera cre­ciendo en 2013 hasta el 14,1% al mismo tiempo que se re­du­cían las pro­vi­siones en un 6,2%.

Las nuevas nor­mas, junto con la pér­dida de su valor en bolsa que han su­frido las en­ti­da­des, son dos de las prin­ci­pales ra­zones por las que ex­pertos y ana­listas si­guen pen­sando que al­gunos de los grandes de la banca es­pañola se han puesto al al­cance de cual­quier in­tento de compra por parte de la com­pe­tencia eu­ro­pea.

En todo caso, la apli­ca­ción de la nueva nor­ma­tiva lle­vará su tiempo. El pro­ceso no co­men­zará hasta ini­cios del 2019. El pro­ceso de puesta en fun­cio­na­miento y la im­ple­men­ta­ción du­rará cinco años, por lo que el nuevo ratio no es­tará ple­na­mente vi­gente hasta el 2024.

Aunque los cálculos ini­ciales no des­car­taban que las nuevas me­didas pu­dieran su­poner en la prác­tica una de­gra­da­ción de la ca­li­fi­ca­ción de las en­ti­dades en las que tengan un mayor peso en el ba­lance el por­cen­taje de cré­ditos in­mo­bi­lia­rios, dado el pro­ceso de apli­ca­ción de cinco años, ahora la per­cep­ción es más op­ti­mista. Pese a ello, al­gunas en­ti­dades po­drían verse obli­gadas a au­mentar las re­servas con la con­si­guiente merma de ca­pital para los cré­di­tos.

El saldo vivo del cré­dito hi­po­te­cario en España res­pecto de la ac­ti­vidad cre­di­ticia de la banca es muy im­por­tante. Sumaba a fi­nales de julio de este año 692.517 mi­llones de eu­ros, pese al des­censo del 5,7% con res­pecto al mismo mes de 2014, según los datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE).

Supone el 28 % de toda la ac­ti­vidad cre­di­ticia del sector que suma, según las ci­fras del Banco de España, 2,695 bi­llones de euros a fi­nales de julio de este año.

Queda claro que el mayor pe­ligro para la banca es­pañola, si tiene que in­cre­mentar sus ga­ran­tías a los cré­ditos para cum­plir con los nuevos re­qui­sitos de Basilea es que pueda ver mer­mados sus re­sul­ta­dos, to­davía más su valor en bolsa y en con­se­cuencia fa­ci­litar una OPA hostil de sus co­le­gas. 

(*) Periodista

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