Los expertos aseguran que las pérdidas en el mercado bursátil español
están en línea con las caídas que están experimentando el resto de
mercados por el efecto de la incertidumbre conómica que afecta a
China. No tendría nada que ver con la incertidumbre política a que ha
dado lugar el resultado de las elecciones del 20-D.
Pero estos mismos
expertos alertan de otro indicador que sí tendría que ver con la
mencionada incertidumbre y no predice nada bueno, como es el repunte
de la deuda soberana en el mercado secundario que ha elevado el
diferencial de la prima de riesgo hasta los 120 puntos básicos, cuatro
puntos más que el día anterior.
Este es el diferencial respecto del bono alemán con el que se han
efectuado las últimas operaciones con deuda soberana en el mercado
secundario. La previsión de que sigan las dificultades para formar
Gobierno tras el nuevo anuncio de Pedro Sánchez de que no facilitará
la formación de un gobierno del Partido Popular seguirá tensando la
prima de riesgo.
Por una parte no quiere dar su apoyo al Partido Popular y por otras,
como le han recordado desde su propio partido, los números no salen
para que el líder de los socialistas pueda formar Gobierno.
El interés de los bonos soberanos europeos viene tendiendo al alza
ante la incertidumbre de la evolución de la economía china, pero la
presión es superior sobre el bono español que lo es sobre el bono
alemán, pese a que su rentabilidad también ha subido. Pero menos.
El bono español fijó en las últimas operaciones de este pasado jueves
un interés del 1,74 % desde el 1,666 % del día anterior, mientras el
bono alemán subía desde el 0,504 % hasta el 0,539 %, al que cotizaba
ayer a la hora del cierre de las bolsas.
No es la única comparación desfavorble, causa de la incertidumbre
política. A diferencia de medidados del año pasado, la prima de riesgo
italiana se comporta mejor que la española. Pese a que ha subido este
jueves tres puntos básicos, ha realizado las últimas operaciones con
una prima de 101 puntos básicos respecto del bund alemán, muestra de
que la estabilidad política actual de Roma cotiza mejor que la
incertidumbre española.
En cuanto al viaje de Pedro Sánchez a Lisboa, que no ha servido para
clarificar como podría formarse un gobierno de gran coalición
progresista como el que ha anunciado desde la capital lusa, no es una
buena noticia.
Tras el intercambio de impresiones con el primer ministro portugués,
Antonio Costa, que logró formar una amplia alianza parlamentaria de
izquierdas para desalojar al conservador Passos Coelho, Sánchez ha
hablado de coalición progresista de izquierdas y derechas. Estaría
bien si trajera la estabilidad.
Pero parece dificil que los socialistas puedan contar con el apoyo de
Ciudadanos, cuyo presidente, Albert Rivera, ha recordado que en
Portugal, los partidos que apoyan al Gobierno socialista ninguno
quieren dividir Portugal.
Pero la advertencia también se la han hecho dos de los barones de su
partido que más abiertamente se oponen a que Pedro Sánchez pueda
formar Gobierno apoyándose en Podemos. Esto a la espera de lo que diga
hoy la lider socialista andaluza, Susana Díaz, que ha previsto que la
entrevisten en la televisión autonómica.
El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara ha dicho
textualmente que es “una condición previa de obligado cumplimiento por
parte de todo el mundo” que se respeten las condiciones establecidas
por el Comité Federal del pasado 28 de diciembre.
No contento con recordar las líneas rojas establecidas por el partido,
el presidente extremeño ha añadido que Podemos tiene que renunciar a
la convocatoria del referendum que quieren para Cataluña. Vara ha
dicho textualmente que con ellos “no se puede hablar mientras no haya
una ‘renuncia’ a lo que significa la autodeterminación de los pueblos
de España”. El entrecomillado de renuncia es mío. Nunca se había
pedido tanto desde el PSOE.
En términos no tan drásticos, pero igual de claros se ha manifestado
el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, según el cual
“nadie (está) mas interesado que yo en que hubiera gobierno de
progreso en España. Pero en Portugal la izquierda suma, aquí, la
izquierda no suma”.
El viaje a Lisboa no ha despejado ninguna duda. Lo que parece más
cierto es que en estas condiciones la prima de riesgo ha empezado a
enviar sus primeras advertencias. Esperemos que no sea demasiado tarde
para empezar a adoptar decisiones.
(*) Periodista
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