jueves, 14 de enero de 2016

Empieza la ronda de pactos efectivos / Fernando G. Urbaneja *

La composición de la mesa del Congreso (la del Senado no plantea ningún problema, es automática, dominada por el PP) supone la primera prueba efectiva para la legislatura que empezó con las elecciones del 20 de diciembre y que se materializó esta mañana con la composición de las cámaras. Fue posible una pésima señal con retrasos, aplazamientos, tensiones… que podían conducir fatalmente a unas nuevas elecciones. Pero no ha ocurrido, los partidos dominantes han entendido que debían negociar, pactar y avanzar.

El concurso de Ciudadanos para articular un acuerdo entre PP y PSOE, imprescindible para una legislatura que merezca la pena, ha sido un factor clave, una mediación oportuna y eficaz. El PP renuncia a la presidencia del Congreso pero obtiene el cupo que les corresponde por su número de diputados: tres asientos. Pudo intentar incluso lograr cuatro, pero esa era una apuesta arriesgada con pésimas consecuencias de aislamiento. El PSOE logra la presidencia, que era su objetivo en esta negociación, y otro asiento en la mesa. Ciudadanos logra la prima de un asiento adicional al proporcional a sus votos, superando el riesgo de quedarse fuera si los otros grupos se lo hubieran propuesto. Y Podemos obtiene lo que le corresponde: dos asientos (que les pudieron negar), pero no lo que pretendía, el reconocimiento de tres grupos parlamentarios adicionales con sesgo nacionalista.

El pacto no presupone nada para la futura composición de gobierno y la previa investidura del Presidente, pero indica que el realismo empieza a ocupar la mente de los responsables políticos. Al menos de tres de los cuatro grupos de referencia. Podemos insiste en su petición de varios grupos que no encaja con el actual reglamento, ni tampoco con la proporcionalidad. A última hora la negociadora de Podemos proponía renunciar a parte de los privilegios de disponer de varios grupos (subvenciones y más tiempo en los debates) sin reparar que a falta de esas ventajas ¿para qué fraccionar el grupo? Además lo que no permita el reglamento no es posible en tanto no cambie el reglamento.

Las dos exigencias que Podemos ha puesto sobre la mesa hasta ahora: el referéndum catalán y los cuatro grupos, no son aceptables para los demás, de manera que Iglesias se queda, de momento, extramuros de la agenda dominante. La reciente peripecia de la CUP y el efecto de la venganza de Artur Mas con un pacto que lamina la soberanía de la coalición, es un buen ejemplo de las complejidades y vericuetos del realismo político.

Rajoy dejó claro ante la directiva del PP que hay que pactar con el PSOE para seguir en el Gobierno, pero no emitió señal alguna de renovación con una propuesta de portavoces para las cámaras que suponen más de lo mismo. Pero es evidente que el PP ha entrado en el realismo. No tanto en el caso de Sánchez y del PSOE que insiste en renovar la Constitución sin el PP, lo cual no es posible.

Despejada la composición de la Mesa de Congreso empieza el trámite mayor de la investidura para nombrar Presidente y componer un nuevo Gobierno que ya tiene abierta en canal una agenda abrumadora y urgente.

(*) Periodista y politólogo

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