miércoles, 6 de enero de 2016

La ‘gripe política española’ entre los factores clave en la Europa de 2016 / A.R. Mendizabal

En estos primeros días de 2016 se cumple el rito anual de hacer predicciones, adelantar tendencias y exponer riesgos. Y en todo lo que se está publicando aparece España en lugar destacado. En la visión optimistas, como oportunidad de seguir la senda de recuperación económica y contribuir al asentamiento de la agitada Europa de estos tiempos. Pero también hay otra versión más lúgubre de una Europa prácticamente groggy por la confluencia de problemas como la crisis económica, la de los refugiados, la del yihadismo, la del populismo, la de identidad.

Párrafo de un ar­tículo en Project Syndicate el fa­moso pro­fesor Nouriel Roubini, de la Universidad de Nueva York, que ya en 2006 pre­sagió la crisis fi­nan­ciera con dos años de an­ti­ci­pa­ción: ‘Si llega la Brexit, otras fi­chas de do­minó po­drían se­guir. Escocia po­dría de­cidir irse del Reino Unido y romper Gran Bretaña. Esto po­dría ins­pirar a otros mo­vi­mientos se­pa­ra­tis­tas, tal vez en primer lugar en Cataluña, a em­pujar con más fuerza hacia la in­de­pen­den­cia. Y los miem­bros nór­dicos de la UE pueden de­cidir que una vez que se haya ido el Reino Unido, ellos tam­bién es­ta­rían mejor fue­ra’.

Otro pa­rra­fito del ín­clito Roubini, siempre la ale­gría de la huerta hasta el punto de ser co­no­cido como ‘Dr. Catástrofe’: ‘Syriza está en el poder en Grecia; una coa­li­ción de iz­quierda manda en Portugal; y las elec­ciones es­pañolas po­drían llevar a una no­table in­cer­ti­dumbre po­lí­tica. Partidos vi­ru­len­ta­mente an­ti-in­mi­gran­tes, an­ti-­mu­sul­manes están ad­qui­riendo po­pu­la­ridad en el co­razón de Europa, in­clu­yendo Holanda, Dinamarca, Finlandia y Suecia. En Francia, el Frente Nacional de ex­trema de­recha es­tuvo a punto de llegar al poder en va­rias re­giones el mes pa­sado, y su lí­der, Marine Le Pen, puede lu­cirse en las pre­si­den­ciales de 2017’.

Un se­gundo ar­tículo. Lo firma John Cassar White, un halcón maltés pre­si­dente del Banco de La Valletta. Título: ‘La gripe po­lí­tica es­pañola in­fecta la UE’. Se ha gus­tado a sí mismo, porque en realidad el texto no habla sólo de España, sino de los po­pu­lismos de iz­quierda y de­recha en Europa. Pero su en­foque no in­duce al error: ‘El es­ce­nario po­lí­tico en la ma­yoría de los países miem­bros de la UE ha cam­biado dra­má­ti­ca­mente con la ero­sión que par­tidos al­ter­na­tivos están ha­ciendo en las só­lidas bases de los par­tidos tra­di­cio­nales de iz­quierda y de­re­cha’.

Párrafo sobre España: ‘El úl­timo asalto a la sos­te­ni­bi­lidad del sis­tema po­lí­tico de la UE tal como la co­no­cemos fue por el elec­to­rado es­pañol. Los es­pañoles de­ci­dieron des­acre­ditar tanto al PP como al PSOE, ha­ciendo casi im­po­sible que nin­guno de ellos pueda formar Gobierno sin el apoyo de Podemos, an­ti-aus­te­ri­dad, y de Ciudadanos, cen­trista. Si la gripe po­lí­tica es­pañola se ex­tiende, la UE de hoy en­ca­rará una crisis de exis­tencia que será di­fícil re­sol­ver’.

Nada me­nos. Pero es que hay más en el texto del ban­quero: ‘La gripe po­lí­tica es­pañola corre pe­ligro de con­ver­tirse en pan­demia se los lí­deres de la UE no con­cretan planes para poner a tra­bajar a más pa­rados y para re­solver los mil y un pro­blemas que afligen a la Unión. El tiempo puede es­tarse ago­tando rá­pi­da­mente y la gripe po­lí­tica es­pañola puede ha­berse con­ta­giado ya de­ma­siado le­jos’.

El tercer texto no es un ar­tículo, sino un in­forme del think tank Eurasia Group sobre los Ten Top de Riesgos Geopolíticos 2016. Su di­rec­tor, Ian Bremmer, lleva ya 15 con este ejer­cicio de iden­ti­ficar lo que se está fra­guando y lo que se ave­cina. en sín­te­sis, el in­forme ve que se ace­le­rará el des­mon­taje del mundo de pos­gue­rra, como menos poder (y vo­lun­tad) de EEUU para in­ter­ve­nir; chi­rriará la re­la­ción atlán­tica pese al tra­tado que se está ne­go­ciando; la Rusia de Putin se­guirá con pro­blemas eco­nó­micos pero con pre­sencia cre­ciente en el mundo; Oriente Medio, con unos cuantos países fa­llidos y con ex­por­ta­ción de re­fu­gia­dos, será fuente cons­tante de ines­ta­bi­li­dad…

Y Europa sen­tirá sobre sus es­paldas el dolor de gran parte de todo lo an­te­rior. Con di­vi­siones de sus países en una Europa Abierta y una Europa Cerrada, y cada vez más irre­le­vante en cues­tiones in­ter­na­cio­na­les, ‘habrá pre­siones sin pre­ce­dentes que pon­drán a prueba los prin­ci­pios en los que se funda Europa’.

Este es el pa­no­rama que di­buja Bremmer: ‘Habrá una nueva etapa de irrup­ción de po­pu­lismo. Las ten­den­cias son pal­pa­bles ya en Dinamarca, Grecia, Hungría, Polonia, España y Suecia y se ex­ten­derá por todo el con­ti­nente. En Francia, el Frente Nacional tuvo apoyos sin pre­ce­dentes en las re­cientes elec­ciones ge­ne­ra­les. Incluso en Alemania, el par­tido de ex­trema de­recha Alternativa para Alemania se­guirá su­biendo en las en­cuestas pese a no tener lí­der. En ambos paí­ses, la cre­ciente in­fluencia po­pu­lista for­zará a los par­tidos tra­di­cio­nales a re­formar sus pro­gramas po­lí­ticos o su­frirán las con­se­cuen­cias’.

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