viernes, 15 de enero de 2016

¿Gobierno PP-Ciudadanos, sin Mariano Rajoy? / José Oneto *

Si había pocas posibilidades de que el líder socialista Pedro Sánchez pudiese lograr formar un Gobierno a la portuguesa, con fuerzas de izquierdas, tal como viene insistiendo, a pesar de las dificultades y de las líneas rojas establecidas por el partido de Pablo Iglesias (primero el referéndum en Cataluña y el reconocimiento del derecho de autodeterminación y ahora, también, el reconocimiento de cuatro grupos parlamentarios para sus socios gallegos, vascos, catalanes y valencianos), el espectáculo protagonizado el miércoles en la inauguración de las sesiones parlamentarias, dentro y fuera del Hemiciclo por los diputados de Podemos, faltando a todas las normas de comportamiento, jurando cada uno como quería, e intentando demostrar a este sabio y viejo país que el verdadero cambio llegaba con ellos, que son el verdadero pueblo, frente al resto que sigue siendo “la casta”, le habrá hecho recapacitar a Sánchez.

Ni él, ni los diputados socialistas podían creerse que Carolina Bescansa, la número tres del partido, se sacase las dos tetas para dar de mamar al pequeño Diego, teniendo su despacho en el mismo Congreso, y una fantástica guardería para todos los funcionarios y empleados de la casa, y que a la hora de la jura del cargo se estableciese todo un concurso para ver quién pronunciaba el juramento más original, más radical o más reivindicativo. La cara de Rajoy era todo un poema. El rostro de Soraya Sáenz de Santamaría reflejaba incredulidad y sorpresa. El propio Sánchez salía al final del acto, procurando que no le abordasen los medios para preguntarle su opinión sobre un espectáculo, que este jueves ocupa crónicas, reportajes, editoriales y viñetas, no sólo en la prensa nacional, sino internacional. Si efectivamente, esto es la Nueva Política, coincidían veteranos diputados e informadores de varias legislaturas, “apaga y vámonos”. Y el problema no es cómo van vestidos, o cómo van peinados. El problema es que están convencidos de que así es la verdadera España que acaba de entrar en el Parlamento.

“Apaga y vámonos, sin intentar siquiera pactar con quienes nos acusan de habernos metido en el búnker con el Partido Popular, cuando nosotros no hemos pactado nada con el PP y los puentes con Rajoy están rotos”, manifestaba indignado un diputado socialista, sorprendido por las acusaciones falsas de Iglesias, que ponía en duda la seriedad de Podemos para cumplir cualquier tipo de pacto. “No sólo, porque ponen líneas rojas, sino porque no tienen interés en ningún tipo de pacto, ya que están pensando en nuevas elecciones, y porque en caso de acuerdos, no podemos tener garantías de que cumplan esos acuerdos o lo rompan cuando les interese para la convocatoria de nuevas elecciones. Es ese comportamiento lo que va ser imposible cualquier pacto”.

En estos momentos, de todos los partidos, los más interesados en que hayan unas nuevas elecciones, convencidos de que pueden provocar el “sorpasso” con el partido socialista, son precisamente los de Podemos, que han radicalizado sus relaciones con el dirigente socialista Pedro Sánchez, al que han acusado de meterse en el búnker, (típica expresión para describir al sector más duro del franquismo), algo que impide cualquier tipo de negociación. “Una rabieta infantil del niño que no ha conseguido lo que quería”, le ha respondido el socialista refiriéndose a la imposición de Iglesias de que había que aprobar la constitución de cuatro nuevos grupos parlamentarios, aunque fuese en contra del Reglamento del Congreso.

No piden una reforma del Reglamento para intentar llegar a un acuerdo. Establecen una nueva línea roja (sin levantar la otra) porque Pablo Iglesias se ha comprometido con sus socios a algo que no está en condiciones de garantizar. Ha vendido a sus socios, la cabeza del oso antes de cazarlo…

Lo que parece cada vez más claro es que o vamos a unas nuevas elecciones o vamos a una fórmula de Gobierno Partido Popular-Ciudadanos, con otro candidato que no sea Mariano Rajoy, y con la abstención del PSOE. Un Gobierno de dos años que aborde una serie de reformas urgentes, un inicio de reforma de la Constitución, una nueva Ley Electoral e, incluso una nueva Ley de Educación. Parte de estos puntos están recogidos en las diecisiete propuestas que el grupo socialista ha presentado este jueves en el registro del Congreso de los Diputados. Un paso adelante que ha querido dar Pedro Sánchez, coincidiendo, además, con la propuesta que ha presentado Podemos, con el nombre de ‘Plan 25 de emergencia social’.

El nombre de la iniciativa corresponde al espíritu del artículo 25.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos que señala que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.

(*) Periodista

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