A Rajoy se le han complicado las cosas y, a pesar de todos sus
intentos de intentar formar esa “Gran Coalición ” de más doscientos
diputados para formar un “Gobierno para las reformas”, integrado por el
Partido Popular, el PSOE y Ciudadanos, no parece posible que esa
propuesta pueda salir adelante a la vista de las circunstancias. La
propia situación catalana la ha hecho inviable, al decidir la CUP
(Candidatura de Unidad Popular) el pasado domingo, vetar a Artur Mas,
como nuevo presidente de la Generalitat catalana, encargado de llevar a
cabo el proceso independentista de Cataluña y su progresiva desconexión
con la legalidad española, hasta llegar a la escisión de España en el
plazo de 18 meses.
Hasta el mismo domingo, la Moncloa ha estado barajando la posibilidad
de que la CUP, le diese el Sí a Artur Mas y se formase un Gobierno
independentista que acelerase el proceso que se puso en marcha el pasado
9 de Noviembre con la declaración del parlamento catalán en la que los
diputados de Junts pel Sí y la CUP, impusieron su mayoría para proclamar
el inicio del proceso de “desconexiónn” entre Cataluña y el resto de
España. Los 72 diputados independentistas aprobaron una resolución que
declaraba solemnemente “el inicio del proceso de creación del Estado
catalán independiente en forma de república”, que proclamaba que el
Parlament “no se supeditará a las decisiones del Tribunal
Constitucional” y que instaba “al futuro Govern” a “cumplir
exclusivamente las normas o mandatos emanados de esta Cámara”.
Para la Moncloa y para Mariano Rajoy, un Sí a Mas y la formación de
un Gobierno pro-independencia, hubiera provocado, inevitablemente, un
cierre de filas en el resto de España para el impulso de esa gran
Coalición, encargada de hacer frente a esa nueva realidad catalana que
suponía un auténtico desafío a la legalidad constitucional. El
comportamiento de la CUP, negando el voto a Artur Mas y forzando unas
nuevas elecciones para el 6 de Marzo, así como la negativa de Mas a
presentar a otro candidato que no fuese él, como posible alternativa ha
creado un auténtico conflicto dentro de la formación antisistema, que ha
terminado en abierta crisis, tras la dimisión de su Portavoz, el líder
del sector independentista Antonio Baños y le ha quitado una importante
baza política a Rajoy.
Aun así, Rajoy ha vuelto este martes a pedir un gran acuerdo de
gobierno al PSOE y a Ciudadanos, que permitiría, consolidar la
recuperación y dar un mensaje de estabilidad dentro y fuera de España, y
como novedad ha afirmado que por su parte no hay ninguna línea roja
para negociar, hasta el punto que, por primera vez, se ha mostrado
partidario incluso de abordar la reforma de la Constitución. El
Presidente en funciones cree que con el PSOE y a Ciudadanos podría
liderar un Gobierno que haga “algunas de las grandes reformas que
necesita España y que quedarían para mucho tiempo”, incluso acometer una
reforma constitucional. “Yo no tengo -ha repetido- ninguna línea roja”,
ha llegado a decir, aparte de la soberanía nacional y la igualdad de
los españoles, a las que ha recalcado, tampoco renunciará el PSOE.
La respuesta a la oferta de Rajoy no se ha dejado esperar y, como en
otras ocasiones, no ha sido el seretario general del PSOE Pedro Sánchez
(que está prácticamente desaparecido) el que ha respondido, sino el
portavoz parlamentario Antonio Hernando el que ha vuelto a rechazar la
propuesta de quien está tratando, por todos los medios, conseguir los
máximos apoyos para intentar ser investido. Si la anterior oferta fue
rechazada por el secretario de organización Cesar Luena, esta vez ha
sido Hernando, el que está negociando la formación de la mesa y el
posible nombramiento de Patxi López como Presidente del Congreso (frente
a la oposición frontal del PP que defiende que la Presidencia debe
corresponder al partido más votado) el que ha vuelto a decirle que no a
Mariano Rajoy”.
“Que deje de hablar de grandes coaliciones con el Partido Socialista
porque con el PP no va a haber ni grandes coaliciones, ni pequeñas, ni
mediopensionistas. No es no”, ha remarcado Hernando, que ha insistido
que se trata de un “no definitivo” a Rajoy. Por ello, el portavoz
socialista ha instado al PP a asumirlo “cuanto antes” para dejar de
“tener sueños o ensoñaciones”. Esos sueños o ensoñaciones son también
los que invaden por momentos, a quienes dentro del PSOE, han venido
pensando que es posible un gobierno de izquierdas con Podemos, cuando
Podemos, en lo único que está interesado, en estos momentos, es en unas
nuevas elecciones, en una especie de segunda vuelta en la que ellos
serían los más beneficiados. Por eso, y por imposición de Ada Colau, la
mujer que se ha convertido en competidora directa de Pablo Iglesias, no
retirará la promesa de celebrar un Referéndum en Cataluña en el plazo de
un año.
(*) Periodista
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