Este miércoles, en un clima de crispación entre partidos y de
preocupación en la Moncloa por la macrorredada contra históricos
responsables del Partido Popular, operación calificada por el juez
encargado de la investigación de trama de “organización criminal”, se ha
iniciado en el Palacio de la Zarzuela, la segunda ronda de consultas,
con representantes de catorce grupos políticos (tanto Esquerra
Republicana de Catalunya, ERC, como Bildu, se han negado a asistir), en
un intento de encontrar una salida a la investidura de un candidato a la
Presidencia del Gobierno, casi mes y medio después de las elecciones
del pasado 20 de diciembre.
Asi pues, en un un clima de preocupación en el PP, pero de un cierto
alejamiento del Presidente del partido, que parece no concederle mayor
importancia a lo que está pasando a pesar de la gravedad de los casos de
corrupción que han saltado en la última semana, en los que, de alguna u
otra forma, aparecen implicados un subsecretario de la Presidencia, la alcaldesa de Valencia Rita Barberá, actual senadora, el diputado por
Alicante, Gerardo Camps, y el exministro de Agricultura y actual
europarlamentario y Comisario de Acción por el Clima y la Energía,
Miguel Arias Cañete. Esto es lo que se ha podido deducir de las
declaraciones del Presidente a Ana Rosa Quintana en Tele 5. Su
percepción de la realidad, habría que decir que es, cuanto menos,
bastante peculiar, de acuerdo con el análisis que ha hecho de la
situación a lo largo de la entrevista.
A ese clima de preocupación, que no parece afectar al señor
Presidente del Gobierno e inevitablemente se ha extendido a Ciudadanos,
que comenzará próximamente las negociaciones con representantes del PP
para estudiar posibles salidas a la gobernabilidad del país, hay que
añadir los enfrentamientos entre partidos a raíz de la distribución de
escaños en el Parlamento y a la colocación del grupo de Podemos, la
tercera fuerza política del país, en el “gallinero” del hemiciclo, según
expresión de su portavoz Iñigo Errejón, (“muy lejos de los tiros de
cámara” ha matizado el responsable de Relación con la Sociedad Civil y
Movimientos Sociales del partido morado Rafael Mayoral, en declaraciones
al programa “la Brújula” de Onda Cero). Es, en ese ambiente enrarecido
en el que se ha iniciado esta segunda ronda de consultas que terminará
el martes, después de la reunión del Comité Federal del PSOE, y de
programadas entrevistas del Rey con Sánchez y Rajoy, con la propuesta
formal del Jefe del Estado, a Pedro Sánchez para que intente la
investidura. Lo más probable, es que, dada la situación, Rajoy, vuelva a
rechazar su posible investidura, para que no se convierta en una moción
de censura.
Todavía Rajoy no se ha dado cuenta de su situación, tras los
escándalos que han estallado en la última semana y que complican las
posibles negociaciones con Ciudadanos, que insisten en que el actual
Presidente en funciones no puede encabezar un gobierno para iniciar lo
que Rivera entiende que es una urgente “regeneración democrática”. Si
la situación era complicada ya, se ha complicado más con lo ocurrido en
Valencia con la detención de más de una veintena de miembros del PP
implicados en una trama de corrupción, de comisiones a cambio de
concesiones de la administración y de financiación ilegal del partido,
uno de los más poderosos de la Comunidad Valenciana. El propio Rivera ha
querido aclarar que ve “muy difícil” que el presidente del Gobierno en
funciones, Mariano Rajoy, pueda abanderar un pacto contra la corrupción
política, una de las prioridades de Ciudadanos, cuando “no ha sabido
controlar la de su partido”.
Ajeno a todo Rajoy , sigue con su propuesta de la “Gran Coalicion” y ,
en un esfuerzo inútil para que el PSOE forme parte de esa Gran
Coalición, le ha ofrecido a Sánchez el apoyo del PP en Ayuntamientos y
Autonomías, si Podemos, en caso de un pacto PSOE-PP le retira su voto.
Un ofrecimiento que el dirigente socialista (que por primera vez ha
anunciado que está dispuesto a entrevistarse con Rajoy para decirle
cosas que no quiere oír), ha rechazado con convicción, convencido de que
bajo ningún concepto el PSOE puede apoyar a un partido como el PP,
contaminado por la corrupción y, a un dirigente como Rajoy, que debería
haberse ido cuando aparecieron los primeras datos del escándalo de los
sobres y de la financiación ilegal del partido denunciado por el
extesorero del PP, Luis Bárcenas.
“La corrupción que azota al PP es un suma y sigue. El PP es un
partido muy importante en el sistema democrático en nuestro país, y yo
nunca diré que es un partido corrupto, pero sí digo que el hedor empieza
a ser insoportable. Hoy en España todas las fuerzas políticas que
quieran regenerar la vida democrática tienen que cumplir una condición
necesaria, y es que el PP pase a la oposición. Sin el PP en la
oposición, será imposible regenerar la vida democrática en nuestro país.
Y estoy convencido que esta afirmación la comparten no sólo millones de
españoles que votaron al PP el pasado 20 de diciembre, sino muchísimos
militantes populares que se merecen una organización limpia que ahora
mismo no tienen”.
La larga cita pertenece a Pedro Sánchez , y ha sido
interpretada como un rechazo, a la propuesta de Felipe González,
supuestamente partidario de un Gobierno PP-Ciudadanos con la
abstención del PSOE, una fórmula que estaría dispuesta a aceptar la
líder andaluza del PSOE, Susana Díaz, una de las más firmes enemigas de
un Gobierno PSOE-Podemos.
Es decir que cuanto más tiempo pasa más se enrarece el ambiente y más complicada se presenta la solución…
(*) Periodista
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